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Pedro Oliver es un artista imaginativo y crítico además de poeta y persona de acción contra el adocenamiento social que, en su variado trabajo, hace gala de una gran ironía ideológica desde un planteamiento lúdico. NaturbOm, su último proyecto expositivo, se vincula conceptualmente a la reciente "Cementimientos (o… no me asfaltes el respeto)", exposición colectiva presentada la primavera pasada en Barcelona y mostrada más tarde en Madrid, en la que un grupo de intelectuales de Mallorca reaccionaban contra la corrupción galopante y la destrucción que asolan su isla. En un grito contra la agresión, una llamada de respeto por la tierra, los valores del paisaje y la cultura como genuina expresión del pueblo, nacían las primeras imágenes de naturbOm. Combinando pintura, escultura, animaciones y fotografías, el artista reflexiona, para esta nueva cita, de manera metafórica sobre ... las mismas preocupaciones pero desde una perspectiva de mayor intensidad poética, llevando al límite la conjunción de las posibilidades del lenguaje pictórico con el carácter alusivo de sus constantes iconos. Con una estética cercana al mundo del graffiti, los negros, blancos, rojos y ocres repiten un número pautado de elementos, los cuales juegan en cada cuadro a la manera de penetrar y ser penetrados de manera complementaria, sin tensiones. Vemos así, lo cóncavo y lo convexo, lo lleno y lo vacío, el positivo y negativo, como en un juego de espejos. Iconos antropomórficos, árboles y esquematizadas figuras de Mickey Mouse se repiten al lado de banderas y símbolos sexuales en una suerte de poesía visual de imágenes pop de inquietante lectura. Las bombas arrasadoras que, en su explosión alcanzan formas de árbol que, a su vez recuerdan vaginas como símbolo reproductor y generador de más vida pintadas con una cuidada cocina que mima las superficies casi aterciopeladas de los lienzos.