Dialogist-Kantor enfoca el arte del performance como actividad comunitaria. Dicha comunidad toma de esta manera el protagonismo en lugar del cuerpo individual, el del artista, para favorecer una actitud de resistencia frente a la reificación de los individuos por el cuerpo social. A partir de la idea de que el arte es una fiesta permanente, Toni Geirlandt y Carlos Montalvo multiplican sus colaboraciones comunitarias con otros grupos artísticos, organizan reuniones anuales donde toda persona, artista o no, es invitada a participar en la edificación del pensamiento y del gesto estético. El reducto multidisciplinar que se genera de estas experiencias (objetos diversos, afiches programáticos, videos) se convierte posteriormente en material de archivo, que al ser reactivado pone en testimonio la actividad creativa. La exposición plantea un hilo de continuidad dentro de su serie en curso Niveau de l Art.