La tercera exposición individual de Emilio Chapela con la galería se desarrolla en dos partes con una serie de esculturas, instalaciones de sonido y artefactos apropiados de la sede de Bell Labs en Holmdel, Nueva Jersey. Desde su fundación en 1925, Bell Labs ha producido ocho descubrimientos ganadores del Premio Nobel, incluidos el transistor, el láser y el dispositivo de carga acoplada (CCD), entre otros. Desde su apogeo en la década de 1930 hasta el final del monopolio de AT&T en la década de 1980, Bell Labs generó un sistema nervioso invisible que lanzó la revolución digital y cambió nuestra red social para siempre. Además, Bell Labs desempeñó un papel pionero en los campos artísticos en nombre de la investigación (música, cine, animación y gráficos por computadora) a través de colaboraciones directas con una gran cantidad de artistas como Laurie Spiegel, John Cage, Robert Rauschenberg y muchos más.
En los últimos...tres años, Chapela ha realizado una serie de peregrinaciones para espiar a los fantasmas de la innovación en los difuntos terrenos de Holmdel de los Laboratorios Bell. La cubierta fundida de este mero-complejo diseñado por Eero Saarinen persiste como el cobertizo de un superhéroe, que aún brilla pero carece de su alma sensible. El interés de Chapela en los Laboratorios Bell comenzó con la Antena Holmdel Horn, una oreja de aluminio de 50 pies de largo y 18 toneladas que permitió el descubrimiento de radiación de fondo, un paso crítico en el desarrollo de la hipótesis del Big Bang y la prueba de que el universo es de hecho en expansión. El Cuerno fusionó una serie de temas comunes en la práctica de Chapela (sonido y ciencia, archivo y obsolescencia, nacionalismo, naturaleza y el potencial de influencia corporativa para trascender las fronteras nacionales) que abordó en el Fondo de Microondas Cósmico (2013), Antena Holmdel ( 2014) y Nasa / Pockocmoc (2014).
Entrada actualizada el el 26 feb de 2019
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