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No tema es el título de la última exposición de José María Larrondo para la galería Arte 21 de Córdoba. Se trata de 19 óleos sobre lienzo donde la apariencia visual –de descarada belleza- guarda sorpresas a la hora de sus múltiples lecturas. El título en sí mismo tiene dos lecturas. Puede que nos encontremos con un cierto grado de perversión, ya que en el fondo abarcamos la mayor cantidad de temas posibles y tampoco debemos temblar por el hecho de acceder a ellos. Muchos autores elucubran una idea y la repiten hasta la saciedad -con múltiples variaciones- por aquello de acabar encontrando un fluido óptico que les acerque lo más posible a la última idea: la que haga que se les reconozca. Larrondo va a contracorriente.

Heliogábalo, una versión de las rosas de Alma-Tadema, con ... miles de pétalos envenenados, podría ser un ejemplo de la doble lectura de ciertas imágenes, pero no la única. Nos encontramos con un cerdo-hucha destrozado con nombre de santo, con troncos de madera en el instante previo a ser quemados, con una pared de ortigas por donde tenemos que trepar, con una milonga de tango, con una sirena desnuda y hasta con un fraile dormido. ¿Es un mismo tema o son varios?

Hay diferentes temas o diferentes maneras de acceder a la realidad. Algunos neurólogos piensan que la realidad es una cuestión de neurotransmisores. Puede que la representación también. En cualquier caso, en un momento en que los planos de representación se han enfriado hasta la polifuncionalidad cohabitando con la ensoñación de un sempiterno gótico internacional, debemos admitir que la sinceridad puede llegar a erigirse como la más perversa de las estrategias.

Larrondo está considerado un pintor literario. De hecho, Michel Hubert cuenta con él para la exposición en la Fundación Botí denominada “Pintores literarios”. Hubert es una analista de esta obra al señalar en diversos textos que a la hora de acceder a la lectura de estas piezas siempre hay dos momentos: Primero el de la apariencia, el del reconocimiento iconográfico y segundo el de las posibles lecturas. Entonces nos encontraríamos en un plano iconológico, en otro mundo.

La galería Arte 21, con diez años de trayectoria, abierta a artistas cordobeses y de fuera de córdoba, abierta a todo tipo de tendencias pero dentro de una cota de calidad les invita a visualizar un cierto número de cuadros que abarcan ciertos aspectos de la vida y del pensamiento. Son miles de temas. No tema.