La obra gráfica de Tápies es similar a su pintura en cuanto a su carácter y desarrollo, ya que le ha dado la misma importancia, subrayando que el enfoque artístico es el mismo. Tápies ha trabajado la litografía y el aguafuerte. Combinando la técnica del collagraf, el carborundum, el flocado y el collage tradicional, construye un relieve escultórico sobre superficies tradicionalmente planas, generando una tactilidad que se corresponde con su trabajo en la pintura y que va dirigida tanto a las yemas de los dedos como a los ojos.

Se abarca un amplio periodo de la producción de Tápies, desde 1963 hasta 1998, para ejemplificar con las obras expuestas la evolución del artista a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. Se presentan piezas que hizo en colaboración con Joan Brossa como "POEMA", o el Pa a la Barca, homenajes a poetas y pintores a los que admira como ... "HOMENAJE A JACQUES DUPIN" y "HOMENAJE A PICASSO", referencias musicales en "VARIACIÓN SOBRE UN TEMA MUSICAL 6 y 10", piezas que han sido imágenes de grandes exposiciones como "ZURICH" y "CHICAGO", pintura sobre muros como "M 1/2" y "ARCO NEGRO LETRAS", representación de objetos cotidianos como "CHAUSSURE ROUGE", "63 X 90" y "APARICIONS 1", partes del cuerpo como "ELS TRETZE VENTS", "LE PIED", grandes cruces como "CROIX NOIR", "PAPER CREMAT" y "ARC I CREU".

Las técnicas también son muy variadas: litografías, serigrafías, collagraf, carborundum, gofrados y aguafuertes.

La obra gráfica de Tápies es una obra sólida y contundente, un trabajo que transmite con igual violencia y pasión, la fuerza expresiva, la actitud ritual y el sentido espiritual de su primera pintura. Tápies alteró las normas básicas de las técnicas gráficas: pega papeles, utiliza periódicos, dibuja, escribe, garabatea... Utiliza distintos soportes como papel, cartón, hojas de diario, papel de embalar, todo para impactar y crear una obra de arte del material más humilde.

Numerosos signos, cruces, cifras y letras aparecen en sus obras. Las letras las pone con muy diversas significaciones. La A como inicio, límite; la T como estilización del crucificado y como inicial de su nombre. La cruz como lugar de encuentros, de coordenadas, como síntesis de todo lo material (horizontal) y espiritual (vertical).

En esta muestra, hay obras de los cinco editores con los que Tápies ha trabajado a lo largo de su vida: sala Gaspar de Barcelona, Erker Presse de Saint Gallen (Suiza), Maeght y Lelong de París y Polígrafa de Barcelona.

Una gran oportunidad para poder ver casi cuarenta obras de Tápies en Ciudad Real y comprobar que a sus 83 años Tápies sigue siendo un referente fundamental en el mundo del arte contemporáneo.