Wang Jinsong presenta por vez primera en nuestro país, un variado conjunto de pinturas, fotografías y vídeo.

Las imágenes plurales y muy diversas entre sí, mantienen un hilo conductor con el que construye un fresco vivo de su China, y con el que escribe visualmente una personal sintaxis plástica, atenta, reflexiva y ácida ante la realidad cultural y social que le circunda.

En sus grandes montajes fotográficos, vídeos, óleos sobre lienzo y pinturas sobre papel de arroz, el artista examina las aplicaciones fundamentales de la sociedad china contemporánea – abordando temas como el controle de natalidad, el destino de las personas mayores, la demolición masiva de los viejos edificios en las grandes ciudades y la relación cultural disgustada de una China moderna con su pasado glorioso.

"…Wang Jinsong ha participado en numerosas exposiciones, tanto nacionales como internacionales, y su obra se encuentra presente en importantes museos y colecciones), ha sabido lanzar una mirada ... aguda e ingeniosa a la moderna sociedad china, a través de una gran variedad de lenguajes expresivos: pintura al óleo, fotografía, vídeo y performances, y más recientemente, pincel y tinta sobre papel de arroz. Con su personal visión plástica explora algunos de los temas vertebrales de este cambiante y vertiginoso tejido social: las políticas de reducción y control demográfico, el destino –poco luminoso y esperanzador- de los miembros de la tercera edad, la incontrolada e incontrolable demolición de viejos edificios y también el siempre difícil y complejo diálogo cultural entre la China moderna y su glorioso pasado.

Tras los cambios operados en la realidad sociopolítica china, especialmente después de los sucesos de Tiananmen en 1989, que en gran medida supusieron una pérdida de fe y de credibilidad en los patrones e ideas de democracia occidental, algunos artistas, entre ellos el propio Wang Jinsong, trataron de construir un lenguaje visual más próximo a la realidad que los rodeaba, en lugar de tratar de imitar los esquemas de occidente. Una realidad que les conectaba más directamente con la vida cotidiana, aún en sus parámetros menos especiales o más irrelevantes. De esta manera, y como una consecuencia en gran medida de esos acontecimientos tan convulsos acaecidos en Tiananmen, Wang Jinsong formará parte de un grupo de jóvenes artistas que empezaron a producir una serie de obras con un marcado sesgo crítico sobre la volcánica situación política de su país, construyendo un estilo que se conoció como "realismo cínico"…"

Francisco Carpio