Se trata de un creador inquieto que bucea constantemente en el mundo de las imágenes con una actitud de investigador. A través de su trabajo, el artista escudriña todos los recovecos del tiempo en las pequeñas muestras que este deja a su paso en todos aquellos elementos visuales que nos rodean.

En este último trabajo que nos muestra, compuesto de 23 obras en formato 90 x 90 cm. y realizadas sobre lienzo, el artista se sirve del soporte fotográfico, y de la manipulación digital de ese medio, para recrear imágenes de marcado y exquisito barroquismo que nos remiten a un mundo considerado marginal, con cierto grado de sordidez pero con una extremada belleza, dejándonos participar aunque solo sea en el instante congelado de su expresión, de todos esos oscuros secretos que esconden sus personajes, y que de algún modo no son ... tan lejanos a nuestros propios sentimientos y dudas.

Sus palabras definen su trabajo de la siguiente forma:

'Partiendo de la observación de fotografías antiguas, se aprecia que no son imágenes estáticas sino que se comportan como cualquier ser vivo. El paso del tiempo las va afectando, la contaminación de los químicos, la mala fijación y los agentes externos han acabado con el lucimiento que debieron tener en su día. Esa contaminación, esa suciedad aleatoria las llena de plasticidad y belleza a pesar de estar lejos de los propósitos estéticos iniciales para las que fueron creadas.

La intención ha sido crear imágenes contaminadas, retratos inquietantes extraídos quizás del mundo de los sueños, de la última luz del sueño. Collages digitales. Para este propósito se seleccionan imágenes, que una vez descontextualizadas, son reelaboradas y transformadas, creando nuevas lecturas y composiciones.'