Este es el acontecimiento, una gran espontaneidad que surgió de la posibilidad: desarmando lo armado. Una forma de avanzar con el cuerpo en un marco de referencia: tiempo, lugar y acción. Nuestra propia memoria es el proceso de una versión que modifica el desplazamiento del imaginario. ¿Será que el tiempo es un espacio? ¿Cómo se actualizan los recuerdos de vivencias pasadas? ¿Conozco acaso la expansión que desarrolla mi conocimiento al hacer? Mi nueva elección es dejar de creer que las cosas sólo permiten dualidades. Me entrego a este terreno desconocido y no habito en lo concreto, dejando atrás cada archivo de mi memoria que marcó mi existencia. ¿Dónde queda el punto de fuga? ¿En qué momento migra hacia el límite?