El artista en continuo tránsito.

Fernando Somé ha evolucionado hacia la sobriedad y un estilo asimétrico y repleto de referencias a lo conocido. Un viajero que nos muestra la cotidianidad de ayer en el hoy más desangelado.

El visitante podrá disfrutar de las pinceladas honestas y directas de quien nada esconde y todo lo muestra, para quien sus obras representan el estado último de felicidad y orgullo.

Si lo mejor que se puede decir de un pintor es que su obra obedece órdenes interiores estamos ante una de las exposiciones más estimulantes, en un conjunto en que los pinceles y colores de Fernando etiquetan cada segundo de su entorno y les embadurna de la belleza que sólo es posible desde la verdad y la honestidad.

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