La muestra, que lleva por título el nombre del pintor, reúne retratos, bodegones e interiores con las últimas pinturas del artista en las que, con nuevos argumentos temáticos, sigue mostrando las constantes que definen su poética: rigor compositivo, expresionismo y sensualidad. El itinerario expositivo se completa con una serie de obras anteriores que pretenden aportar al público una amplia relectura del transcurso de su pintura.

Pedro González es uno de los artistas que más ha influido en la pintura canaria de los últimos años. No se trata de algo casual, su entendimiento y práctica de una pintura moderna y su magisterio estructural y poético, convierten sus cuadros en una lección de pintura. Es por ello que este proyecto quiere contribuir al reconocimiento de sus aportaciones, a una forma de entender el oficio de artista ... de forma impecable. El artista plantea una cierta revisión de los géneros tradicionales. El retrato, desnudos e interiores con la capacidad de transferir su impronta a cualquier imagen.

De la pintura de Pedro González se ha dicho que reinterpreta la tradición pictórica española que arranca de Velázquez y Goya. Lo español en su pintura es una versión de ciertos aspectos de la obra de sendos artistas. Esta analogía entre ambos pintores se fundamenta en una visión ética y política que no puede ser soslayada si se quiere dilucidar el sentido de su obra. El compromiso político de Pedro González se inscribe en la misma órbita de intereses que informa la pintura del Goya ilustrado, fustigador implacable la barbarie, la injusticia y la ignorancia.

La metafísica de la obra de Pedro González hay que inscribirla en una tradición que viene filtrada o mediada por su compromiso con la modernidad. La dimensión existencialista de su obra es una meditación desencantada sobre las grandes tragedias que estremecieron a la civilización occidental en el siglo pasado. La intensidad dramática de algunas de sus series, como Cosmoarte, Hombre solo, La patera, o la que denuncia los grandes holocaustos remite a esta idea de la modernidad como condición antropológica estigmatizada por las catástrofes que las conquistas del progreso no pueden borrar de los anales de la historia.

La muestra, que no tiene título, recoge la producción artística de los dos últimos años de González y consta de 54 acrílicos de diversa temática de medio y gran formato (y que van desde 56 por 45 centímetros hasta 2 por 1,80 metros). En esta ocasión, el artista se ha centrado en tres temas principales: mujeres (en el bosque y en el mar), retratos genéricos y paisajes con personajes (corresponde a las obras de gran formato). En todos ellos dominan los tonos suaves.

La comisaria de la exposición, la galerista Magda Lázaro, opina que Pedro González, que fue alcalde de La Laguna, 'es nuestro gran pintor vivo', al tiempo que recuerda que Pedro González 'continúa pintando como siempre, es decir como el pintor extraordinario que es'. De hecho, para Lázaro simplemente 'pronunciar su nombre en los círculos culturales o fuera de ellos es decir creatividad, oficio, fidelidad, objetividad, denuncia social (serie pateras) y todo ello en su mundo, el mundo que le rodea'.