No son muñequitas estáticas para que los demás jueguen con ellas. Ni para vestir y desvestir como quieran los demás. Las p.nitas tienen una fuerte personalidad y sienten, como nosotras, la necesidad de expresarse constantemente. Para hacerlo siempre tienen la boca abierta.

Las p.nitas gritan, hablan, lloran, gozan... Continuamente tienen algo que decir, no sólo con la boca, sus cuerpos expresan a través de las posturas, de las vulvas abiertas y receptivas, de los enormes ojos que muestran miradas que también hablan.

Esta joven artista extremeña no limita sus muñecas al espacio conceptual del cuadro sino que las libera y las imprime en camisetas, pines, tarjetas, álbumes, zapatillas, pegatinas y cualquier superficie que sirva para llevar las p.nitas a la calle.

La idea de la que ... parte en la construcción de su mundo es muy clara: 'He inventado mujeres que chillan cuando quieren porque normalmente yo tengo que aguantarme las ganas', y a partir de ahí, esta ilustradora perteneciente a una nueva generación de artistas que están rompiendo con todo lo visto hasta ahora en este campo, dibuja sentimientos y sensaciones a través de cuerpos femeninos sin idealizar. Mujeres con pechos generosos y caderas rotundas. Mujeres de colores. De muchos colores.

Perdida la ingenuidad de la mujer-muñeca, las p.nitas son divertidas, alegres, provocativas, intensas. Son mujeres actuales de ideas y tendencias actuales. Mujeres que aceptan y exhiben su cuerpo no como objeto para disfrute del otro sexo, sino como receptáculo para el propio disfrute. Desembarazadas del papel tradicional que ha tenido atribuido en la sociedad hasta ahora, utilizan el color y la forma para reivindicarse a sí mismas como parte de lo más íntimo de su universo.

Como otras ilustraciones que un día se salieron desde el cuaderno o el libro a la calle, las p.nitas vienen para formar parte de una imagen reconocible, un estilo diferente, una marca. La de su autora.