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Todo comenzó con una revista bautizada como La Oca Loca. Revista, taller de pintura, talleres de música, invernadero, escuela de imagen... Todo eso, y más, es fruto del trabajo constante del Área de Formación del Centro Penitenciario de Daroca.

Esta exposición es un ejemplo de dos cosas: una apuesta que busca recuperar y reinsertar y también, cómo la cultura significa libertad, aún en una prisión.

Este taller tiene unas limitaciones materiales, por seguridad y costo, nada extraño, que le sucede, le sucedió y le sucederá, a cualquiera que trata dar «vida» a un espacio en blanco. Una primera clase práctica con proyección de cuadros, resumen de la evolución del arte, y ¡a la tierra! En Daroca se trabaja con tierras, cenizas, carbones, tizas, acrílicos... Ninguno ... de los alumnos había pintado antes. He sido espoleta y testigo de la superación personal que supone la acción de pintar. Reinserción. Españoles, magrebíes, alemanes, latinoamericanos, holandeses han pasado por el taller. El mejor premio, escuchar: «Pero, ¡jefe! ¡ya han pasado las tres horas!».