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Nuestro primer homenaje a Manuel Ángeles Ortiz tuvo lugar en 1984. En aquella ocasión y para destacar su amistad con Lorca presentamos el libro de Antonina Rodrigo 'Memoria de Granada: Manuel Ángeles Ortiz - Federico García Lorca.' La segunda exposición que le dedicamos (1996) fue un homenaje a Manuel Ángeles y a su amigo Manuel de Falla. Presentamos los bocetos y telones que realizó el pintor para la obra 'El Retablo de Maese Pedro' que Falla presentó en el París de 1923.

En noviembre de 2001 presentamos una tercera exposición ... con carácter retrospectivo ya que recorrió la producción del artista de principio a fin, si bien resaltábamos especialmente su obra más personal, es decir la realizada a partir de 1958, cuando regresa a Granada e inicia sus famosas series: Paseo de Cipreses, Albaycines, Cabezas, Homenajes a El Greco, Cabezas múltiples...

Ahora, iniciado el 2011, en esta nueva exposición analizamos sus series granadinas y también sus esculturas y los objetos que transforma en privadas obras de arte. También damos especial importancia a su obra sobre papel. Se trata de un recorrido didáctico e intimista a lo largo de su trayectoria.

Granada

La Granada en donde despiertan a la vida Manuel Ángeles y Federico García Lorca es para el futuro pintor y el poeta una feria deslumbrante, llena de incentivos para un niño tímido y, sin embargo, amante de la aventura.

La realidad de una ciudad luminosa, colorista y musical, es la esencia que perdurará en el hombre y en el artista. García Lorca diría de su amigo Manolito, como él le llamaba: 'La poesía de su pintura y la pintura de mi poesía nacen del mismo manantial'. El manantial era Granada. Los dos iban a ser productos de su paisaje, de su luz, de su esencia. Ni el poeta ni el pintor se iban a liberar nunca de su prodigiosa presencia, en la que echa raíces su sensibilidad. Granada reconocía Ángeles Ortiz: 'Es la protagonista de mi obra'. En su pintura coexistirá siempre una poderosa carga poética y luminosa, de imposible desarraigo a través de su evolución plástica y un condicionamiento estético, que, como huella indeleble, le imprime la genuina ciudad nazarí.

Los paseos de cipreses (...) tienen siempre por objeto una avenida de cipreses del Generalife. Cielo, árboles, camino, luces y sombras aparecen reducidos a grandes formas triangulares en las que vibran los colores y las texturas.

La Mujer

A mediados de los cincuenta empiezan a aparecer cabezas de mujer que tienen una íntima relación con algunos desnudos realizados hacia 1953 de Margot Benacerraf (...) Cabezas de pelo ondulado y rizos que no dejarán de producirse hasta bien entrados los sesenta y que durante un tiempo conviven con las nuevas 'cabezas y torsos de Brigitte'. Cabezas y torsos donde la frágil y fibrosa anatomía de Brigitte queda magistralmente de manifiesto ya desde los primeros ejemplos fechables hacia 1960, cuando nuestro artista inicia una relación estable con ella que terminará en matrimonio. A partir de ahí será habitual la presencia de esta mujer en los cuadros de Ángeles Ortiz, en ocasiones desnuda, mostrando su pecho descubierto (...)

De la evolución de esta figura de Brigitte llegaremos a ligeros óvalos que son coronados por un lazo y que años más tarde van a producir la aparición de la serie de cabezas múltiples en los setenta que no es otra cosa que la repetición seriada de la cabeza de Brigitte después de ir evolucionando desde la estilizada figura desnuda de principios de los sesenta hasta la esquematización más lineal de las 'cabezas'.