La primera exposición de Dannielle Tegeder en Nueva York: ‘Love, Lust and Other Mechanical Systems’, ocurrió un año después del 11 de septiembre, teniendo en consideración las promesas fallidas de una arquitectura segura. El World Trade Center, precipitándose hacia el cielo y dictando el horizonte fue un bastión del nacionalismo y el ingenio estadounidenses, para convertirse finalmente en un sitio de trauma incomprensible. Igual de traumática ha sido la pandemia mundial de Covid-19, que secuestró la mayor parte, si no la totalidad, de las cuatro paredes de nuestro espacio vital; para algunos, el espacio urbano se convirtió en un refugio, para otros, en una trampa. Con la economía paralizada, la capacidad de existir de manera segura dentro de la propia casa se volvió cada vez más precaria; ¿Cómo se paga el alquiler cuando no hay flujo de ingresos? La política de la vida no es imparcial.
Para su exposición individual en...Arróniz, Planos Atemporales, Dannielle Tegeder, una artista versada en las áreas grises de lo arquitectónico, hace uso de su conocimiento en la dialéctica de la arquitectura y los cuerpos que habitan planos intrincados. Tomando el ejemplo de la Ciudad de México como un lugar histórico de reunión tanto para los exiliados políticos como para las ideologías socialistas que trajeron consigo, Tegeder, con gestos bauhausianos y minimalistas, utiliza filosofías propias de la arquitectura socialista y de tendencia utópica. Entre una dicotomía que se desmorona, el fracaso y el éxito, se encuentra la nebulosa zona gris de los “qué pasaría si”; en ella, las posibilidades refutan la comodidad de la certeza. En esta exposición, las pinturas y dibujos de Tegeder operan dentro de la incertidumbre para engendrar futuros alternativos y, en última instancia, crear un espacio seguro.
Haciendo referencia a otros linajes históricos, un homenaje estructural a El Littitzkys Proun Room habita en el centro de la sala principal. Diseñada por un despacho de arquitectura exclusivamente femenino (NOMAH), esta estructura actúa como un receptáculo para la obra de la artista e invita al espectador a existir dentro de un mundo que es propio, un refugio dentro de la galería. Las posibilidades de otros mundos construidos, se presentan en sus trabajos sobre papel donde cuadrados y círculos coloridos agrupados vibran entre los andamios lineales del dibujo. Obras realizadas en papel de contabilidad antiguo y móviles escultóricos, al estilo de Calder, también habitan la estructura trasladando las formas hacía lo tridimensional.
El trabajo de Dannielle Tegeder en PLANOS ATEMPORALES se convierte así en una anti-promesa, una expansión que permite simultáneamente múltiples lecturas y mantiene la brújula metafórica libre de cualquier dirección determinada. A medida que algunas áreas del dibujo evidencian faltas a las “reglas” arquitectónicas lógicas, surge en ellas una maleabilidad fértil, defienden la inclusión y mantienen al espectador en un estado de mirada hacia un futuro mejor.
Entrada actualizada el el 17 nov de 2021
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