Una vez más Sala de Arte Van Dyck acoge la obra de Daniel González Poblete, uno de los pintores hiperrealistas más notables del panorama artístico nacional. Escenas de cafés, terrazas, paisajes y figuras, son tratados con un enorme dominio técnico, compositivo y lumínico propios de los grandes maestros del Barroco.

Daniel González Poblete inició su andadura pictórica como copista en el Museo del Prado. Buena escuela, máxime cuando se empieza a los quince años. Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, donde consiguió el Premio Extraordinario de Dibujo y posteriormente en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando.

Con tales antecedentes, especialmente con sus inicios, indicativos del camino que pensaba seguir, resulta lógica la obra que nos ofrece, demostrativa de que es un artista extraordinariamente dotado.

... 0pt">Cualquier tema es resuelto con dominio técnico, diría que con exhibición de facultades. Su hacer rezuma facilidad innata. Pero facilidad bien entendida, sin caer en concesiones, evitando cualquier camino trillado y planteándose cada uno de sus cuadros como conjunto de problemas técnicos que resuelve sin problemas.

Claroscuros, juegos de luces casi estallantes, pero al mismo tiempo matizados, sin que se le escapen del control, contrastes muy trabajados, utilizando la luz muy bien, enriquecido todo ello por el color y montado el cuadro sobre un dibujo exacto, le permiten ofrecernos una obra de marcado cariz realista -no podía ser de otra manera-, y con una temática amplia, en la que predomina la figura femenina, a veces en elegantes desnudos.

También hay que destacar la alta expresividad que alcanza en los rostros femeninos.