Por primera vez en México, Gabriel de la Mora presenta dos nuevas series de trabajo, Lepidóptera e Ígnea. En la primera de ellas, De la Mora utiliza fragmentos de alas de mariposa para generar mosaicos basados en la repetición de patrones con diferencias que se resuelven en una uniformidad que va del monocromo a la abstracción, a veces geométrica, a veces fractal, hasta la imagen. Las alas son adquiridas en mariposarios de Perú, Indonesia y Madagascar, donde se recolectan especímenes muertos por causas naturales que han cumplido su función, y el artista transforma este aparente final en el inicio de algo más. De la Mora logra aislar fragmentos como elementos compositivos para transformar las imágenes en discurso.
La segunda serie de trabajo, creada con láminas fragmentadas de materiales pétreos, como la obsidiana y la andesita, dialoga de una manera muy interesante con las alas de mariposa. Por una parte, el contraste:...sus tonalidades monocromáticas son un contrapunto con la colorida iridiscencia de las alas, además de la condición matérica -lo pesado de la piedra frente a la ligereza de las alas- y las temporalidades inmanentes -la piedra tiene menos modificaciones con el paso del tiempo mientras que las alas requieren de un tratamiento de conservación más delicado-. A pesar de la diferencia contrastante entre estos materiales, ambos grupos de trabajo se encuentran en la línea entre la fragilidad y lo eterno.
El interés del artista mexicano por trabajar con materiales que contienen ADN ha sido una constante en su práctica, desde las piezas hechas con cabello humano, cascarón de huevo, plumas de pavo y recientemente alas de mariposa. Cada fragmento de ala contiene un código genético, definido por el tiempo y el entorno natural, que dibuja su identidad y les permite saber, entre muchas cosas, migrar y definir su territorio, como menciona el curador brasileño Marcello Dantas, en el texto de sala que acompaña la muestra. Para De la Mora, el uso de estos componentes es una manera de aproximarse a la pintura y al dibujo; en esta ocasión, son los colores y los patrones de la naturaleza los que tienen el papel más importante en la creación de estas piezas.
El título de la muestra, PSICOTROPICAL, surge del encuentro tan profundo entre el espectador y la obra. Además de que muchas de las especies de las mariposas que utiliza el artista son tropicales, cada pieza, siendo un universo en sí, genera un efecto visual de gran intensidad que despierta en nosotros un sinfín de preguntas que nos conmueven y nos dejan pensando.
Gabriel de la Mora (1968, Ciudad de México) vive y trabaja en la Ciudad de México. Entre sus exposiciones individuales más recientes destacan Lepidoptera, Perrotin, Nueva York; El poeta es el autor que desaparece, Museo Francisco Goitia, Zacatecas; Originalmentefalso, Museo Nacional de Arte (MUNAL) y ÉCHO, Perrotin, París, entre otras. Su trabajo ha sido incluido últimamente en exposiciones colectivas como Temperatura ambiente: Colección Jumex, Museo Jumex; CIEN DEL MUAC, Museo de Arte Contemporáneo (MUAC), y El tiempo en las cosas, Museo Amparo, Puebla. Su obra forma parte de colecciones públicas y privadas en México y en el extranjero, entre ellas: Fundación/Colección JUMEX, Museo de Arte Contemporáneo Internacional Rufino Tamayo, Museo de Arte Carrillo Gil, Museo Universitario Arte Contemporáneo-MUAC y Museo de Arte Moderno, Ciudad de México; Museum of Contemporary Art-MOCA, Los Ángeles, California; The Museum of Fine Arts, Houston, Texas; El Museo del Barrio, NYC, Nueva York; Perez Art Museum, Miami, Florida; Speed Art Museum, Louisville, Kentucky; Museo de Arte Latinoamericano-MALBA, Buenos Aires, entre otros. Es representado por PROYECTOS MONCLOVA, Timothy Taylor, Sicardi Ayers Bacino y PERROTIN.
Entrada actualizada el el 17 ene de 2022
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