Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- El Premio Asturias Joven de Artes Plásticas, que recayó en el fotógrafo gijónés José Jorge Nava Montes, está dotado con 12.000 euros y la organización de una exposición individual en la Sala Borrón en 2008. Este artista, Licenciado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, ha participado en diversas exposiciones colectivas (recientemente en Jóvenes Artistas Asturianos, Delegación del Gobierno de Asturias en Madrid; Outsiders, en el Mercado Municipal de Bilbao; o en la Feria Circa, Puerto Rico). A título individual, ha expuesto en la Sala Borrón dentro del Programa de Jóvenes Artistas Plásticos (2004) y en la Galería Altamira de Gijón. En la actualidad continua su formación artística en Berlín. La serie de Jorge Nava, bajo el título “La Necesidad de Ser”, nos introduce en sus meditadas reflexiones sobre la belleza y el concepto que de ella tiene la sociedad actual. Sus imágenes son copias fotográficas de mujeres supuestamente hermosas, retratos que posteriormente trata pictóricamente descarnándolos y desposeyéndolos de su inicial atractivo. Une así belleza y fealdad, fotografía y pintura, dando como fruto una obra impactante, sobrecogedora. El resto de los seleccionados recibió un premio en metálico 5.000 euros. Todos ellos son jóvenes artistas del panorama artístico asturiano, pero que ya tienen nombre propio en sus diferentes campos y han sido protagonistas de alguna exposición. Jorge Faes Ruiz es un pintor de madurada formación y probada calidad artística. Graduado en la Escuela de Arte de Oviedo y Licenciado en Bellas Artes en Londres, ha obtenido múltiples premios y ha expuesto en importantes galerías y salas de arte. Sus acrílicos y acuarelas pretenden trasladar más evocación y sutileza que cualquier imagen concreta; su abstracción y su lisa monocromía habla de un arte de emociones y vivencias interiores. Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca, la pintora Úrsula Faya Alonso ha sido galardonada con diversos premios tanto en su Asturias natal como en la Salamanca que la vió crecer como artista. Los tradicionales óleos se convierten en “guiños irónicos hacia el espectador” (Griselda Coro, Comisaria del catálogo) ; se retuercen, se abstraen, se enlazan, adivinan formas que finalmente se deslizan y desaparecen. Virginia López Fernández es Licenciada en Historia del Arte y ha realizado Técnicas Pictóricas en Florencia, donde continúa en la actualidad su formación artística. A los premios obtenidos en el Principado de Asturias suma los ganados en otras ciudades de España como Málaga y en otras ciudades de Italia como Florencia, Fano, Lucca… Su formación se hace patente en su arte : rostros velados conseguidos mediante ceras coladas sobre tabla ; manos logradas a base de aguafuertes sobre tela. Junto a esta tríada pictórica, la Muestra de Artes Plásticas presenta la obra de tres mujeres artistas que se mueven en el campo de la instalación y la video-instalación : Alicia Jiménez Sánchez, Patricia Vázquez y Sandra Paula Fernández. Alicia Jiménez Sánchez, Licenciada en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco y Doctorada por la Universidad de Granada, realizó el Postgrado en Vídeo y Arte Digital en la Universidad de Barcelona, así como la Tesis Doctoral en la Facultad de Bellas Artes de Granada. Es una sólida formación artística que se adivina en su trayectoria jalonada de numerosas exposiciones individuales y colectivas. La video-instalación que presenta en esta Muestra es otra prueba de ello y nada mejor para comprobarlo que sumergirse en su propuesta artística « Sofá de vacaciones ». Patricia Vázquez Fuentes propone una obra de arte conseguida partiendo de la base de la importancia de los materiales sencillos y naturales. El cartón, la madera y el papel pintado ganan así un terreno amablemente cedido. A su Licenciatura en Bellas Artes por la Universidad del Pais Vasco, suma sus cursos de Restauración de Muebles y de Modistería, experiencias que, evidentemente, han marcado sus últimas aportaciones artísticas. Finalmente, Sandra Paula Fernández Fernández, Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca, con diversos premios y exposiciones a sus espaldas, con estudios de escultura en Francia, sorprende esta vez con una instalación en la que conjuga luz y movimiento con secuencias alegóricas de la realidad. Mediante sus LEDS, o lucecitas rojas verdes y amarillas, sobre soporte de pvc negro, consigue que el espectador participe en el juego de adivinación que ella propone. TEXTO DE LA COMISARIA DE LA MUESTRA DE ARTES PLÁSTICAS DE 2007 « Q (7 X 7) Q (7 x 7) La excepcionalidad del signo numérico 7 y la simbología de la excelencia en la calidad se aúnan en este año 2007 para adentrarnos en la mayoría de edad de la Muestra de Artes Plásticas. Referente fundamental del programa “Culturaquí” y propiciada desde el Instituto Asturiano de la Juventud, alcanza la decimoctava edición, que supone una consolidación de su prestigio y viene a corroborar la excelente salud del Arte en Asturias, su vitalidad, diversidad e innovación. Nos encontramos ante una más que feliz iniciativa de promoción del arte joven, perfectamente articulada y coordinada, como lo demuestra su sostenimiento en el tiempo, marcada por la rigurosidad y la coherencia que identifica a nuestros jóvenes artistas plásticos, evidencia sus valías, ayuda a su presentación pública y procura la promoción de unas producciones artísticas que apuntan su solidez y sinceridad. Fiel a sus objetivos y a su compromiso con la juventud y con el arte, desde sus orígenes, en 1990, nos viene mostrando la heterogeneidad de las tendencias creativas en nuestra región con la clara intención de informar al público de las manifestaciones artísticas de mayor interés, favoreciendo debates de discusión, anticipando posibles valores, en definitiva induciendo y propiciando las condiciones para que los jóvenes creadores se introduzcan en los diversos espacios del circuito del arte. Entre los cincuenta y siete trabajos artísticos presentados en las modalidades de pintura, grabado, escultura e instalación, fotografía y diseño, se han seleccionado siete propuestas que corresponden a las categorías de pintura, escultura e instalaciones y fotografía. Se nos ofrece una serie de reflexiones creativas donde el ser humano es el principal motivo de preocupación y se aborda desde perspectivas muy diversas como la incomunicación, el paso del tiempo y la memoria, la identidad, la ocultación de lo visible o la relación con las nuevas tecnologías. El premio “Asturias Joven de Artes Plásticas” 2007 ha recaído, dentro de la modalidad de fotografía, en Jose Jorge Nava Montes que nos propone la serie: “La Necesidad de Ser ”, donde reflexiona sobre el natural impulso del género humano, como concepto universal, y de la mujer, en su acepción particular, por buscar la aceptación social a través de la construcción de una identidad y por tanto su necesidad en relación con las imágenes Su experimentación creativa utiliza la fotografía como soporte y la pintura como medio y centra su atención, de manera muy reflexiva, en el canon de belleza dentro de la cultura contemporánea a través de imágenes cotidianas apropiadas del mundo publicitario, específicamente catálogos y revistas de moda, peluquería y estilismo. Desarrolla toda su plasticidad en el género del retrato aunando belleza y crueldad en imágenes de personas anónimas que pueden ser de interés general y tener repercusión social, que transmiten una fortaleza determinada por la propia actitud desafiante de la modelo elegida, reforzada mediante un tratamiento pictórico basado en la dureza del trazo, que busca de manera consciente provocar reacciones psicológicas y sociales en el espectador. Utiliza un lenguaje muy directo al que contribuye la propia escala de la obra, un gran formato que en ningún caso nos deja indiferente. Nos invita a una comunicación interrogatoria y escrutadora, nos examina desde un punto de vista frontal abrupto, sin concesiones. Si algo caracteriza a este joven creador es su continuo deseo de aprendizaje y por tanto de crecimiento personal y artístico. Su espíritu inquieto así se expresa y el respaldo del premio “Asturias Joven de Artes Plásticas” supone una mayor motivación en la superación constante de su trabajo que se traducirá en su próximo traslado a Berlín, ciudad que ya lo acogió en 2006 con motivo de la concesión de una Beca Erasmus. Estamos seguros de que nos sorprenderá con sus nuevas investigaciones artísticas y podremos disfrutar de los resultados en su exposición individual en 2008. En el apartado de la creación pictórica nos encontramos con propuestas artísticas de gran relevancia y solidez como la de Jorge Faes Ruiz. Nos enfrentamos con una obra muy madura, producto de una extraordinaria sensibilidad artística que utiliza la sutileza y la sugerencia como medio de comunicación con el espectador. Su visión del arte en general y de la pintura en particular reflexiona sobre la imagen visible y la no visible, utilizando conscientemente la ocultación de lo real, un procedimiento que obliga al espectador de su obra a implicarse en la lectura de sus imágenes de forma concentrada y reflexiva, puesto que hay un deseo expreso de evocar, de seducir a través de sensaciones y vivencias íntimas que se dirigen directamente a la sensibilidad de las personas que contemplan su trabajo creativo. La serie que nos presenta está realizada con acrílicos y acuarelas sobre papel secante, una suma de matizaciones y calidades sugeridas a través de huellas levísimas, un proceso de sedimentación de estratos, capa sobre capa que exige un trabajo paciente que huye del azar y revela un cuidado exquisito por el acabado de sus piezas. Su trabajo, cercano a la abstracción, hunde sus raíces en sus emociones nacidas de la contemplación no solo del arte sino también de la naturaleza. Adentrándonos en un planteamiento muy racional y reflexivo sobre el ser humano, nos encontramos con el trabajo pictórico más reciente de Úrsula Faya Alonso. El crecimiento artístico de esta creadora se manifiesta en su deseo de mostrar su personalidad a través de sus obras, una sinceridad y honradez avalada por su formación en bellas artes y en diseño gráfico, que le aporta un valor añadido a su obra pictórica, superando la aparente dualidad entre la frialdad del uso de las nuevas tecnologías frente a la calidez resultante de la práctica con un soporte tradicional como el que nos propone. El objetivo de su experimentación se mueve, de una manera plenamente consciente, en el terreno del lenguaje abstracto a través de formas orgánicas marcadas por el movimiento y la luz que construyen un espacio visual de gran profundidad, utilizando planos abiertos, proporcionándonos juegos de secuencias que huyen del estancamiento y sólo el espectador podrá delimitar. Reflejo de su meticulosa perfección formal es el protagonismo concedido a las transparencias, capa sobre capa, en un procedimiento reposado y selectivo. El resultado es una obra que huye del azar y lo fortuito, que transmite calidez sin caer en la trivialidad ni en lo meramente ornamental, muy selectiva en el color para priorizar la concentración en el dominio de los ritmos ondulantes, que determinan y condicionan todas sus composiciones. Los guiños irónicos hacia el espectador vienen establecidos en el uso deliberado de títulos de marcada índole literaria que llegan a tomar una identidad propia llegando a funcionar con independencia de la propia obra y por tanto enriqueciéndola. La inmersión creativa en la que se encuentra la artista Virginia López Fernández se centra en la serie titulada “Pasajes-Permanencias”, una propuesta con una fuerte carga poética que reflexiona sobre la constatación del paso inevitable del tiempo, pero a la vez sobre la búsqueda de la permanencia de lo efímero a través del peso de la memoria. La experiencia íntima de su percepción de la realidad viene marcada por su formación en la historia del arte y el estudio de las técnicas pictóricas antiguas que incorpora a su lenguaje artístico con una actitud atenta y alerta en todo el proceso de experimentación e investigación con los materiales empleados. Su pintura se deja seducir por el uso de la cera colada, técnica que le permite conseguir efectos evanescentes, juegos de transparencias y veladuras, recreaciones con las manchas de luz y las sombras a partir siempre de objetos físicos, imágenes figurativas de rostros o manos, fragmentos de telas antiguas o viejas fotografías, con una carga histórica propia, que revelan un interés en el estudio de la expresividad de los más diversos estados de ánimo. Una obra muy lírica que nos proporciona imágenes vibrantes, transformadas, escondidas, deformadas, desenfocadas, que habitan un espacio propio, casi místico, determinado por el peso de la nostalgia, los recuerdos, la soledad y el silencio, que juega con la instantaneidad del misterio a través de la transformación de la luminosidad, pero que huye del barroquismo, en un deseo expreso de ligereza visual. Su preocupación estética busca explícitamente una armonía final sin caer en una obra superficial ni inconsistente, muy al contrario, nos invita a adentrarnos en imágenes que, alteradas por la impronta del tiempo, consiguen transportarnos hacia nuevas realidades caracterizadas por una fuerza vital renovada, que consiguen una presencia atemporal. La propuesta más reciente de Sandra Paula Fernández Fernández es fruto de su primer acercamiento a materiales de uso industrial como el pvc y al uso de la luz incorporada a través de leds de distintos colores. Su interés se centra en la observación y reflexión de las costumbres, ideas y apariencias del mundo contemporáneo, el medio urbano que la rodea de manera cotidiana e inmediata, los aspectos sociales y culturales que son capaces de conmoverla. Nos ofrece su propia versión de esa realidad saturada y marcada al extremo por determinados instrumentos de los medios de comunicación de masas como las revistas, cómics, anuncios publicitarios, tópicos de la sociedad de consumo y del bienestar. Potencia la valoración sobredimensionada de la imagen con el uso del movimiento y por tanto con el añadido del factor tiempo. Sus secuencias de imágenes dan lugar a un “suceso” que atrae poderosamente nuestra atención mediante el reclamo de la luz y provocando el deseo de adivinar el resultado final. Se sirve de pequeñas narraciones que construye a modo de fotogramas muy simples, que se van sucediendo en el tiempo de manera conscientemente tosca, utilizando un lenguaje figurativo y la ironía como recurso expresivo con la intención de convertir al espectador en ávido consumidor de imágenes. La referencia a la construcción de los haiku japoneses es obligada, su interés se centra en la inmediatez del suceso, el “aquí” y el “ahora”, la apreciación directa del acontecimiento visual, escenas vistas o imaginadas, a menudo triviales pero con la suficiente fuerza como para atraer nuestra atención y permitirnos reflexionar más allá de la imagen propuesta. En cuanto a los conjuntos escultóricos, muy escenográficos, de Patricia Vázquez Fuentes nos sitúan ante una serie de figuras antropomórficas, personajes de sexo femenino, muñecas que mediante su aparente ingenuidad nos conducen hacia un juego simbólico en torno al mundo de las relaciones personales, la comunicación y la adjudicación de los distintos roles y estereotipos femeninos. Su técnica se basa en la sencillez, de ahí su preferencia por materiales de reciclaje como el cartón, las cintas de persiana, la madera, papeles pintados y fragmentos de telas que remiten a estampaciones antiguas, elementos cotidianos que por sí solos contienen una fuerte carga del ámbito doméstico, de connotación cálida, que provoca el acercamiento en el espectador. El tratamiento artesanal, su gusto por lo manual, por la imperfección en el uso de cosidos mediante puntadas de hilo conscientemente toscas y violentas revelan su deseo de aportar el mayor grado de vitalidad posible a las piezas, remarcando un fuerte carácter a sus personajes, dejando en evidencia todo su proceso creativo, una labor que realiza de manera muy intuitiva, evitando el distanciamiento y la frivolidad. El recurso expresivo de los rostros infantiles de estas entrañables mujeres, que observan a través de grandes ojos almendrados, se potencian en una materialización muy orgánica, acolchada, que incita al abrazo y al refugio cariñoso y al que se unen las ornamentaciones en sus cuerpos mediante papeles estampados seriados que nos sitúan en un ámbito hogareño del pasado, visionado y tamizado por la artista de nuevo en el presente con la intención de proporcionarnos confortabilidad. Pero lejos de situarnos en un mundo feliz, sabe utilizar muy hábilmente el contraste y la paradoja, en un juego irónico donde el espectador de sus escenas debe convertirse en cómplice: observar sus inquietantes cuerpos, que las retienen y aparentemente impiden su libertad, comprobar las diferentes escalas y posiciones en los distintos escenarios, que siempre son únicos e irrepetibles, escrutar sus juegos de miradas e intentar captar su receptividad, pues si bien se materializan frágiles y huecas, no sólo no están vacías, demuestran con rotundidad su vitalidad y su deseo de comunicación. Finalmente y en el ámbito de la video-instalación interactiva, Alicia Jiménez, se mueve en el terreno de la hibridación que propicia el uso de las nuevas tecnologías proporcionándonos realidades en tiempos y espacios creados a partir del estudio del mundo no sólo cotidiano sino también ideal. Utiliza como recursos la ironía y la paradoja, forzando los límites para articular un discurso en un plano psicológico donde es posible descubrir variadas e insospechadas nuevas realidades posibles. Su proceder exige del espectador una implicación activa, facilitándole la posibilidad de elección, generando nuevos espacios que nos obligan a reflexionar sobre el mundo del arte en general, las estrategias de la creación, en particular, las posibilidades y elecciones vitales y un sin fin de acciones que se adentran en nuestras intimidades, partiendo de lo común y la configuración de lo absurdo para llegar así a lo extraordinario. La conceptualización de sus trabajos nos lleva a la reflexión crítica como ocurre en su última e inédita producción en Asturias: “Sofá-Vacaciones” donde el objeto de estudio son los sistemas de administración del tiempo libre presentados con una voluntad inmersiva y terapéutica hacia el espectador-protagonista de la acción. En otros casos, como en la pieza: “Los ejercicios. Subida a pie nº 1” nos sitúa en los márgenes de la autoconciencia y la reflexión, metáfora sobre el crecimiento personal del individuo y paradoja sobre las cargas con uno mismo. Nos encontramos ante una creadora que se mueve en territorios ambiguos, la confusión entre la realidad y la ficción, entre la objetividad y la subjetividad, situando al espectador dentro y fuera de la pantalla facilitándole formas muy diversas y directas de percepción de vivencias. Griselda Coro Niembro Comisaria de la XVIII Muestra deArtes Plásticas del Principado de Asturias
La Muestra de Artes Plásticas del Principado de Asturias 2007 exhibe obras plásticas de los jóvenes artistas asturianos seleccionados en la última edición: José Jorge Nava Montes (ganador del Premio Asturias Joven de Artes Plásticas 2007 por su obra fotográfica); Jorge Faes Ruiz, Úrsula Faya Alonso y Virginia López Fernández (pintura); Patricia Vázquez Fuentes, Sandra Paula Fernández Fernández y Alicia Jiménez (escultura e instalación).
Premio. 11 abr de 2025 - 16 may de 2025 / Bilbao, Vizcaya, España
Ayudas 2025-26 para la realización de proyectos artísticos con cesión de estudio en Bilbao Arte
Formación. 30 oct de 2025 - 11 jun de 2026 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España