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Las más recientes instalaciones de Daniel Canogar, uno de los artistas españoles con más presencia internacional en el panorama de las artes plásticas, han sido construidas con material electrónico encontrado en basureros, vertederos y centros de reciclaje: cables telefónicos, informáticos y eléctricos de múltiples colores, miles de bombillas fundidas, metros de cinta de video, viejas máquinas tragaperras, celuloide, DVDs, etc. Sus instalaciones exploran la corta vida de las tecnologías que desechamos y su relación con la mortalidad.

Estas instalaciones también buscan reanimar lo inanimado. Animaciones de luz proyectadas sobre las instalaciones aparentan liberar la energía almacenada en el material electrónico, despertando memorias de su pasado.

A ... través de su trabajo, Daniel Canogar intenta dar vida a estos materiales que han muerto, mostrar sus secretos, reavivar la memoria colectiva que contienen para construir un retrato de una sociedad y una época.

QUADRATURA

El título de la exposición alude al recurso pictórico renacentista de crear efectos tridimensionales sobre superficies pintadas planas. Las instalaciones de Quadratura intentan igualmente dar una dimensión tridimensional a la imagen, pero en este caso a la imagen tecnológica. Celuloide de 35 mm, banda magnética de VHS o pantallas de televisiones analógicas, por ejemplo, son medios asociados a la historia del cine que el artista utiliza para reinventar la imagen como escultura.

Encuadrando proyecciones de video sobre diversos medios tecnológicos - muchos de ellos obsoletos o en vías de extinción - éstos parecen mágicamente moverse y cobrar vida. Se explora de esta forma las propiedades fantasmagóricas del cine y la imagen, cuyos destellos y parpadeos imitan el pulso de la vida a pesar de ser inertes.

El artista pretende liberar las memorias personales y colectivas que hay encerradas en estas tecnologías que nos han acompañado en un pasado no tan remoto. La acelerada obsolescencia tecnológica condena estas memorias al olvido, a pesar de que sin ellas, dejamos de ser quienes somos.

Para el crítico de arte Santiago Olmo, el reciclaje de material tecnológico obsoleto que desarrolla Daniel Canogar tiene que ver con una sublimación de la basura o del desecho que, en sus obras, no aparece como tal, sino como un material rescatado, re-significado y re-dignificado. Olmo se refiere fundamentalmente a aquellas piezas en las que el artista reutiliza cables, botellas, sanitarios, pantallas de televisión analógica o película de cine, en tanto que objetos, pues en las fotografías, la basura es fundamentalmente un paisaje.

La basura tecnológica es reutilizada, por ejemplo, como pantalla de proyección. Así, en Frecuencia (2012) diversas pantallas de televisión analógica han sido montadas en paralelo para crear un plano metálico suspendido del techo, que a modo de patchwork permita la proyección de señales blancas y de cartas de ajuste televisivas, imágenes todas ellas ya totalmente desaparecidas del entorno visual cotidiano. La sensación general remite más a una cierta idea de pintura que a una obra tecnológica y aquí podemos notar la fractura ya insalvable que el digital ha establecido con la textura antigua de la imagen analógica. La proyección, más sígnica que de imagen en movimiento, acentúa la importancia reflexiva de un análisis de la memoria visual y su función paradójica como elemento de espectacularidad.

En Flicker (2012) el espacio de proyección está también constituido por elementos reciclados provenientes del marco visual analógico: celuloide, película de cine comercial de 35mm. La proyección simula movimiento. La estructura de película, fijada a suelo y techo, inmóvil por tanto, da la impresión de moverse como si estuviera accionada por los mecanismos de un proyector.

Con una estructura y mecanismo semejantes, pero utilizando otra herramienta ya obsoleta y desaparecida, el vídeo doméstico, Tracks (2009) utiliza cinta de video VHS de películas para construir un laberinto de rejilla sobre el que se proyecta una animación que remite a la estética de los títulos de crédito que Saul Bass creó para las películas de Alfred Hitchcock, entre otros.

Mediante la tecnología digital y la proyección se produce un cambio decisivo en los términos de espectacularización, y en la actualidad los mecanismos no residen tanto en un conocimiento de realidades nuevas, como una estructura de reconocimiento de imágenes ya vistas en otros contextos, y que asumen una nueva lectura. Al proyectar el contenido de los DVDs de nuevo sobre su superficie, como en la vídeo instalación escultórica Sikka, el artista continua investigando sobre los nuevos usos de materiales de desecho, así como profundizando en la combinación de las propiedades fantasmagóricas del cine con sus elementos físicos.

La proyección se convierte en una línea de conexión flexible, es así un material, un objeto de deshecho, una basura, pero también una memoria, un almacenamiento de símbolos, que se percibe mediante el reconocimiento.

Por otro lado la basura, muy específicamente la basura tecnológica, es más que un material. Se presenta como un paisaje de destrucción, como una escenografía del exceso, de la obsolescencia programada y del despilfarro, pero es mucho más, constituye un desordenado archivo de memoria descartada. El modo en el que la memoria digital activa nuevos modelos de conocimiento a partir de conexiones y relaciones, parece corresponderse con el funcionamiento de la computerización en las memorias artificiales, reconduciendo a los mecanismos y acciones neuronales del cerebro, que opera como un modelo de circuito integrado.

Las masas y marañas de cables sobre las que se proyectan animaciones, cobran una vida electrizante, parecen repetir o simular las conexiones de una computadora pero también de un cerebro, donde se integran conocimientos nuevos y memoria almacenada. Esa es un poco la impresión que suscitan obras como Scanner (2009).

Daniel Canogar (Madrid, 1964) recibió un máster con especialización en fotografía de la New York University y el International Center for Photography en 1990. Como artista visual trabaja con fotografía, video, escultura e instalación.

Entre sus últimos proyectos, destacan la proyección de 'Asalto New York' sobre la fachada de una fábrica abandonada en Brooklyn; la exposición individual 'Latidos' en el Espacio Fundación Telefónica de Buenos Aires, la exposición 'Vórtices' realizada para la Fundación Canal de Isabel II de Madrid y la instalación 'Synaptic Passage' para la exposición 'Brain: The Inside Story' en el American Museum of Natural History de Nueva York. Asimismo, expuso dos instalaciones en el 'Sundance Film Festival 2011' en Park City, Utah. Ha realizado diversos trabajos en espacios públicos, entre ellos 'Waves', una pantalla flexible creada con LEDs, instalada permanentemente en el atrio del '2 Houston Center' en Houston; 'Travesías', realizada para el atrio del Consejo de la Unión Europea en Bruselas con motivo de la presidencia española de la Unión Europea; 'Constelaciones', el mosaico fotográfico más grande de Europa creado para dos puentes peatonales que cruzan el Rio Manzanares en el Parque MRio en Madrid; 'Nodi', dos murales fotográficos en la estación de tren de Arensa en Nápoles; 'Clandestinos', video proyección sobre monumentos emblemáticos, presentado sobre los Arcos de Lapa de Rio de Janeiro, la Puerta de Alcalá de Madrid y la iglesia de San Pietro in Montorio en Roma.

Sus trabajos se han expuesto en el Museo de Arte Contemporáneo Reina Sofia, Madrid; el Palacio de Velázquez, Madrid; Galería Max Estrella, Madrid; bitforms Gallery, Nueva York; Galería Filomena Soares, Lisboa; Galerie Guy Bärtschi, Ginebra; Mimmo Scognamiglio Artecontemporanea, Milano; Centro de Arte Santa Mónica, Barcelona; Museo Alejandro Otero, Caracas; Wexner Center for the Arts, Ohio; Offenes Kulturhaus Center for Contemporary Art, Linz, Austria; Museo Kunstsammlung Nordrhein Westfallen, Dusseldorf; Museo Hamburger Banhof, Berlín; Borusan Contemporary Museum de Estambul; Museo de Historia Natural, Nueva York; Museo Andy Warhol, Pittsburgh y Mattress Factory Museum, Pittsburgh.

Ha publicado 'Ciudades Efímeras: Exposiciones Universales, Espectáculo y Tecnología', Julio Ollero Editor, Madrid, 1992 e 'Ingrávidos', Fundación Telefónica, Madrid, 2003, y varios ensayos sobre la arquitectura de la imagen, la fotografía contemporánea y el arte de los nuevos medios.