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Quiero mi montaña

Exposición / Fundación BilbaoArte Fundazioa / Urazurrutia, 32 / Bilbao, Vizcaya, España
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Cuándo:
02 nov de 2012 - 22 nov de 2012

Inauguración:
02 nov de 2012

Organizada por:
Fundación BilbaoArte Fundazioa

Artistas participantes:
Amaia Gracia Azqueta

       


Descripción de la Exposición

Enmarcado en el programa de becas de producción del año 2011, con el patrocinio de la Fundación BBK, Amaia Gracia Azqueta desarrolló su proyecto de carácter multidisciplinar durante su residencia en la Fundación. El proyecto QUIERO mi montaña, trata sobre la construcción del paisaje contemporáneo . Es la creación del paisaje con una referencia de tintes autobiográficos, fiel a la cartografía y ubicación del lugar. El lugar: Los Pirineos, concretamente, los Pirineos Atlánticos y en los Altos Pirineos. A partir de algunas de las citas del texto Introducción: sobre el paisaje y su construcción de Javier Maderuelo, acerca del concepto de paisaje y de cómo éste se construye, esta artista representa la construcción de la idea de montaña y de la idea de paisaje a partir de la utilización de diversos procedimientos: la serigrafía -como medio de reproducción en cadena-, la fotografía -como medio de traslación de parte de un paisaje- y la escultura-como medio para la construcción tridimensional del mismo. Diferentes puntos de vista o niveles de representación que le aportan un carácter multidisciplinar a la expresión de una misma idea o concepto.

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El paisaje de Amaia Gracia si por un lado reclama el lugar primigenio, belleza, inmensidad, lugar de origen, paraíso, también está representado por el mapa, la representación acordada por quienes tomaron las decisiones políticas de la historia. Por eso, cuando borra nombres y descodifica fronteras, trata de eliminar la relación del mapa con el poder, buscando otra idea del mundo. Desobedece las decisiones de la autoridad, discute los privilegios del control de los territorios y la potestad de dividir pueblos que hablan la misma lengua, ignorando culturas. Amaia grita: Abrid las puertas!. Mientras borra los nombres.

 

Su trabajo se refiere claramente a espacios localizados, representados por medio de fotografías, mapas o relieves; a veces invertidos con espejos, que al yuxtaponerlos a otras cosas mas pequeñas, muebles domésticos y cotidianos, parecen encogidos. La yuxtaposición de estos dos lugares, el representado y el espacio inherente del objeto, produce una confrontación de sitios realmente alejados, contraespacios heterotópicos. Los lugares reales son desplazados e introducidos en las esculturas muebles, que ejercen de continentes de la naturaleza. Escenas transportadas en el tiempo, llevadas a casa, sobre mesas, repisas, en el mullido de las alfombras o en espacios de transición, sobre los vanos de un arco.

 

a) Los trineos, por ejemplo, son espacios flotantes que se desplazan, como un barco sobre la nieve, la isla sin raíces de la Odisea. Un vehículo al que Foucault llamaría el lugar sin lugar viajando por la imaginación hasta llegar a los juegos de la infancia y las sensaciones. Apoyados en mapas, montañas o sombras, lugares de nunca jamás donde se ha borrado la frontera, donde los niños no crecen y solo existe la diversión.

 

b) Entre las piezas de pared baldas repletas del Pirineo y montes de Bizkaia como si fueran las sábanas y las ropas dobladas o los platos de una vajilla. Incluso los grabados todos llevan amontañados paisajes encima.

 

Un caso especial lo constituye la pieza 'Fronteras de oro'. Es una pieza especial porque la placa metálica se desgarra por la línea fronteriza. Por la forma en que está construida es un mueble/mapa, uniendo en el mismo bloque soporte y lugar. Un lugar brillante dorado, frontera que cruzaron tantos en uno y otro sentido, unos huyendo de la guerra europea, otros de la dictadura franquista y la guerra civil o en busca de trabajo. Lo que la diferencia de los mapas es que los dos lados de la línea son iguales. No hay dos países con colores diferentes, no hay nombres, ni marcas del signo cartográfico fronterizo. La misma materialidad une ambos lados de la línea a pesar de las diversidades lingüísticas, culturales y políticas que hoy corresponden a cada país. Y la grieta separa en dos una única materia. En esta pieza, la frontera no discierne, es como el agua de un río que verdaderamente une las dos orillas.

 

c) El arco ocupa un espacio de transición, conecta dos lugares, interior con exterior. Pero realmente este arco conecta tres lugares, el tercero está grabado sobre los vanos. Entramos en Bizkaia, nos dicen los bajorrelieves del arco al cruzarlo, marcando el lugar. Un relieve anónimo, sin denominaciones administrativas, lingüísticas ni políticas. Un espacio intemporal.

 

d) Entre las piezas de suelo, destacan los relieves de Bizkaia, el País Vasco y los Pirineos. Desde el felpudo, las baldosas y la alfombra hasta las baldas y las mesas todos son soportes para espacios naturales. No se pisa un suelo cualquiera, ni las repisas sujetan paisajes extraños. Todo transmite ciertos recuerdos familiares, geográficamente ubicados, historias contadas y rememoradas con fotografías, medallas y palabras. A veces un espejo aleja, invierte o esconde el lugar y su imagen; otras es grabado en negativo y fragmentado. Este velo es un respeto que cubre las experiencias Quiero mis montañas, El Portalet.

 

Las heterotopías de yuxtaposición entre los muebles y la naturaleza no permiten que veamos sus paisajes como una pintura en la pared del comedor. Traer la naturaleza al hogar, es un deseo muy compartido e insistentemente trabajado por muchos artistas a lo largo de la historia del arte. Pero el riesgo es muchas veces conseguir una imagen que únicamente aviva el recuerdo de quien ha vivido la experiencia previamente. ¿Cómo transmitir la grandiosidad, lo sublime, lo inalcanzable llevando una imagen de la naturaleza a casa? Al atarlas a los muebles las altas cumbres descienden comprimidas fragmentadas reducidas encerradas exprimidas y aplastadas. Un microcosmos que se enrarece cuando penetra el hábitat humano. La naturaleza, un lugar donde respirar, ascender, llegar a la cumbre, estar, es un lugar que despierta el cuerpo, los afectos y los sentidos; un lugar que alimenta el espíritu.

 

Allá arriba, en los Pirineos de verdad, se conservan los glaciares más meridionales de Europa, un monumento natural, cuya desaparición se prevé hacia 2070. ¡Observas los glaciares y te das cuenta qué precarios son! En la exposición, a un lado están los monitores del deshielo y de la oxidación, la cámara de proyección y cuando cruzas el arco, entras al espacio interior, protector, encuentras todo lleno de muebles amontañados, una evocación del espacio de deseo, un espacio sagrado.... Un lugar así únicamente se puede concebir en la imaginación. Amaia Gracia al yuxtaponer espacios heterotópicamente construye países sin lugar, imposibles de ubicar en ningún mapa porque no pertenecen a ningún espacio mas que al del arte. Su insistencia en la yuxtaposición de espacios lo convierte en un rasgo característico de su quehacer.

 

La historia vive en nuestra memoria y nos induce a tomar decisiones en el presente según cómo percibamos y valoremos el pasado. Pero la historia está controlada por los poderes dominantes que cuidan que sea contada a su beneficio y provecho sin importarles la desfiguración de los hechos, su exageración o invención incluso. Y no solamente en los libros, los nombres de las calles, los monumentos, las fechas que son festivas todo ello son otros textos que nos hacen ver e interiorizar una determinada historia, la que conviene a quienes censuran y silencian hechos históricos para imponer su propia realidad histórica. [Isidoro Moreno, 2000, p 37] En este contexto se sitúa el Mapa de Navarra de 1600, que la artista ha actualizado.

 

Diálogo entre la geometría euclidiana y la topografía.

 

Reflexionar sobre el arte es hacer que los signos hablen. Unas veces son abstractos, numéricos, incógnitas como en las matemáticas pero otras veces son icónicos, sugieren sentido. Los matemáticos escriben con signos ideas y conceptos, que les permiten teorizar, aventurar hipótesis sobre la realidad.

 

La matemática es capaz de hacer igual lo que es distinto. El Teorema de Pitágoras, por ejemplo, parte de que la suma de los catetos difiere de la hipotenusa. La genialidad de Pitágoras fue hallar el modo, de convertir el signo desigual en una igualdad. Porque de esta forma, con la igualdad, se puede despejar una incógnita. Para conseguirlo elevó al cuadrado los tres lados del triángulo.

 

Una representación geométrica del teorema de Pitágoras, muestra visualmente la igualdad, mejor incluso que los dígitos.

 

Cuántas veces la geometría, por su visibilidad, se hace más acce sible que los signos algebraicos. La raíz cuadrada de dos cuando se escribe en forma decimal es muy complicada... debido a que nunca se repite, nunca termina y no existe ley conocida que indique la sucesión de sus dígitos; sin embargo, este complicado decimal puede obtenerse fácilmente y con exactitud mediante una construcción hecha con regla y compás, pues es la diagonal de un cuadrado cuyo lado es igual a la unidad. [KASNER, Edward y NEWMAN, James, 1987, nota 12, p. 89].

 

La tensión de dos lenguajes diferentes

 

En las piezas de Amaia Gracia las categorías de forma y contenido no sirven para dilucidarlas. Plásticamente, la yuxtaposición de espacios heterotópicos se hace por medio de dos lenguajes diferenciados que constituyen una unidad. Cada espacio tiene asignada, por su formalización, una estructura jurídica-política propia. Si a la línea recta corresponde el mueble, espacio construido por el ser humano, lugar cerrado, controlado y de artificio, a la línea curva corresponde el paisaje, lugar abierto espontáneo y natural. Al primero se le impone la ley como forma de relación y ordenamiento, el horario, el trabajo, la productividad y el beneficio, mientras que al segundo le está asignado el solaz descanso, desorden y relajación. [Giorgio Agambem 1995 y Jacques Doncelot, 1991, 125-151].

 

El modo de hacer operativos estos espacios es verlos como contenedores y contenidos. Contenedores, en el sentido de recipientes para depositar cosas y contenidos como los lugares, maquetas o imágenes en ellos guardadas. Y ambos, contenedores y contenidos, tienen su parte formal y su parte semántica propia y diferenciada.

 

CONTENEDORES: Casa -> Sala de exposiciones -> tienda de campaña -> cama-> muebles mesitas -> cajones -> baldas -> alfombra -> puerta-> ventana-> trineo -> cuerpo -> corazas del torso -> baldosas -> marcos y paspartout de los cuadros -> blanco del papel.

 

CONTENIDOS: Naturaleza-> paisaje -> montaña -> representaciones de muebles en el caso de las piezas enmarcadas -> río -> frontera -> familiar o persona humana -> retinografía -> joyas pectorales.

 

En general, los contenedores tienen un carácter formal geométrico, euclidiano, minimalista, puro, mientras que los contenidos suelen ser más orgánicos, rizomáticos, enraizados, enzarzados incluso, topográficos.

 

Los contenedores, una estructura geométrica abstracta, limpia, sin adornos, reducida a lo esencial, remiten a la geometría euclidiana, la invención y representación de un universo de tres dimensiones: Las nociones de punto, línea, plano. Esta característica de construir con elementos de geometría pura emparenta las piezas con el arte minimalista. Es minimalista también en el uso literal de los materiales, la austeridad, el purismo funcional, orden, sencillez, en suma, síntesis y concentración formal.

 

Frente a los elementos euclidianos de los contenedores, el repertorio de signos para los contenidos muestra un carácter muy diferente. Entre ellos están los mapas con curvas de nivel, las topografías, fotografías, diagramas, sombras de dibujos lineales, y también la calidad gráfica producida por algunas técnicas como las serigrafías, grabados sobre plancha de hierro o metacrilato, moldes y relieves.

 

La selección y uso reiterativo de determinados signos para la construcción de los muebles contenedores así como de otro repertorio propio para las imágenes de los contenidos, fuerza un diálogo que aglutina unos y los enfrenta a otros. El empleo de dos lenguajes simultáneos produce una tensión creativa. Esta tensión repercute fuertemente sobre el espectador atrayéndolo.

 

Gaia, cuerpo desterritorializado

 

Ya que la acción de representar de forma original exige pensamiento -no en vano Brunelleschi, inventor del sistema perspectivo, fue un gran arquitecto y creador- los artistas son quienes más se han preocupado por encontrar lenguajes que dibujen comunicando creativamente sus ideas. Tenemos una buena oportunidad para verificarlo en la exposición Cartografías contemporáneas, dibujando el pensamiento [La Caixa, Barcelona 2012]. El enfoque contemporáneo del concepto de cartografías engloba además del estudio del espacio formas de visualizar la información y maneras de establecer relaciones. Por esto podemos encontrar no solamente diseños representacionales sino todo un mundo de ideas reales o ficticias, de recorridos, sonidos, datos, esquemas de tiempos, incluso el futuro.

 

Algunos artistas contraponen y juntan en sus piezas espacio y cuerpo. Si dentro del Land Art de los años 60 [Walter de María, Dennis Oppenheim, Nancy Holt, Jan Dibbets] el espacio referido eran grandes extensiones de territorios situados en el extrarradio o en desiertos, señalando, orientando o midiendo la tierra como lugar. En aquellos casos el cuerpo era la escala de la huella o la acción. Actualmente el espacio elegido se ha identificado con las ciudades. Lo vemos en un par de ejemplos, con Los Carpinteros, artistas cubanos que diseñan el espacio urbano en la planta de sus sandalias como si dijeran a los pies adonde deben ir, o también en la escultura de la serie Psicogeografías de Esther Pizarro, un saco de dormir que ella titula Refugio (2007). La piel exterior del saco tiene el relieve de una urbanización.

 

El espacio seleccionado por Amaia Gracia representa las vinculaciones biográficas y familiares que siente la artista. De ahí que la parte corporal que los une no sea genérica ni abstracta. Los cuerpos pertenecen a personas reales, conocidos, familiares. Nada existe aislado, tierra, cuerpo, ecosistemas.

 

Esta vinculación entre cuerpos y tierra podemos verla en las piezas especiales que son las Corazas; hechas sacando un molde de escayola sobre el busto. Desaparece aquí la construcción geométrica y minimalista del continente en pro de un lenguaje orgánico. Sobre ellas van verdaderas joyas pectorales de cristal y plata, collares con forma de raíces que se adaptan al relieve. Como los nervios que irrigan energía en un gran plexo solar, algo así como las neuronas que dibujó Don Santiago Ramón y Cajal, o los relámpagos que Walter de María convocó en el Lightning Field, el campo de pararrayos en Nuevo Mexico, las formas de estas joyas proceden de la retinografía del globo ocular y del curso del Aragón. Este río que en el Pirineo oscense coge agua de alta montaña del deshielo glaciar, formando estancamientos, los ibones de Aguas Limpias, Respamuso, Ibón de Baños, trastoca completamente su escala y fluyendo entre los pechos acaricia la piel hasta tomar el calor del cuerpo.

 

En la segunda conferencia que Foucault tituló El cuerpo utópico decía que el cuerpo es el lugar móvil en que habito, mi propio cuerpo es el lugar en el que yo me hago, aunque el cuerpo a veces está en otra parte. Pero mi cuerpo es el punto cero del mundo, por lo que no está en ninguna parte y no tiene un lugar aunque a partir de él irradian todos los lugares posibles. Si algún lugar no puede ser otro, este es el cuerpo. Así que en las corazas, Amaia Gracia, pone el cuerpo, su punto cero del mundo. Un cuerpo que identifica con Gaia, la Tierra, un ser vivo que interactúa con la naturaleza de la montaña que se deshiela, los órganos del cuerpo y la propia biografía. (La hipótesis de Gaia es un conjunto de modelos científicos de la biosfera en el cual se postula que la vida fomenta y mantiene unas condiciones adecuadas para sí misma, afectando al entorno. Según la hipótesis de Gaia, la atmósfera y la parte superficial del planeta Tierra se comportan como un todo coherente donde la vida, su componente característico, se encarga de autorregular sus condiciones esenciales tales como la temperatura, composición química y salinidad en el caso de los océanos. Gaia se comportaría como un sistema autorregulador que tiende al equilibrio. La teoría fue ideada por el químico James Lovelock, en 1969).

 

En las corazas y en los collares, la artista ha retomado un punto especialmente significativo de su biografía, el estímulo parte del momento de su nacimiento. El árbol de sangre de la retinografia es un espacio desterritorializado que da forma a la joya pectoral. Ella saca la raíz que alimenta todo el sistema instintivo, encierra en sí el pasado personal pues ha sobrevivido generación tras generación. [Pinkola, 2001, 49-50]. Y de esta raíz obtiene la energía para estamparlo sobre seda y gasa, llevando a cabo un rito antropológico.

 

Su arte se nutre de intuición e instintos, uniendo su propia historia a cosas (fotos, medallas, monedas, recuerdos contados) pertenecientes a tres generaciones de la historia familiar. O como diría Xabier Sáenz de Gorbea 'es necesario recuperar el conocimiento de lo que se ha sido para saber lo que se quiere ser' [Ertibil Bizkaia. 2012]. Ella habita entre los tiempos de sus antepasados y el propio. Al dar forma a la coraza sus manos han abierto una puerta que conduce a otro jardín, cuyas flores retinografías y ríos se enredan en los collares - estambres y pistilos-. Todo un ajuar biológico para la boda, el vestido y los signos. En el lugar del corazón, crecimiento, capacidad de penetración, fractalidad, bosque neuronal, impulsos nerviosos, geológicos, rememoración del parto, símbolo y relicario fertilidad y regeneración. El camino sinuoso serpenteante nace del deseo, de la avidez secreta y de su más escondido designio, que la mente ignora, el camino llano lo hace de una decisión de la voluntad que la mente obedece [Maria Zambrano (1989) 2011, 81] Ha abierto el árbol de sus recuerdos -lugares compartidos con la familia, raíces impresas en seda- y sangra.

 

Una de las ideas actuales sobre el espacio es la virtualidad. Virtual significa desterrritorializado. Las corazas están en diferentes tiempos y espacios, es decir, en el momento del parto y ahora; en la casa del nacimiento y en el ojo, en el cauce de los ríos y en el cuerpo, sobre el pecho. Como dice Lévy Una entidad es virtual si está desterritorializada, es decir, si es capaz de engendrar varias manifestaciones concretas en diferentes tiempos y espacios sin estar irremediablemente unida a ningún tiempo ni espacio en particular. Por ejemplo, cualquier palabra es una entidad virtual porque puede ser usada en diferentes tiempos y espacios y cada vez que se usa se 'actualiza'. El concepto de 'actual' está en oposición al concepto de 'virtual', tanto lo virtual como lo actual son dos modos distintos de la realidad. Lo contrario de lo virtual es lo actual, no lo real; lo virtual es una forma de realidad no su opuesto; lo virtual existe sin estar atado a un tiempo y a un espacio en concreto. [LÉVY, Pierre: 2001] En este sentido las corazas son cuerpos desterritorializados, pueden ser usadas en diferentes tiempos y espacios y cada vez que se usan se actualizan.

 

La heterotopía es un concepto procedente de la geografía humana elaborado por Foucault para describir lugares cuya función no es hegemónica y distópica. La función de heterotopía planteada por Michel Foucault y retomada por Gianni Vattimo se refiere a la yuxtaposición de tiempos y espacios. Amaia Gracia crea desplazamientos de sentido, produciendo múltiples capas de significado. Las heterotopias de yuxtaposición ha sido un recurso para hablar de los cambios de lugar, las acumulaciones de lugares distintos, de las retinografías y los ríos, el cuerpo desterritorializado, la prohibición de pasar, desplazarse... las barreras entre el arte y la vida se vuelven confusas. Es en esta ambigu?edad donde trabaja el creador, volviendo conscientes fenómenos cotidianos. [Xabier Saenz de Gorbea, 2000]

 

El glaciar que desaparece convierte en verdad el deshielo de la maqueta, su representación simbólica. Lo que subraya Amaia Gracia, lo que destaca en la extensión de su trabajo creador, son procesos concomitantes entre la geología terrestre y el cuerpo humano. Sombra. Cuando te sientes perdida entre las piedras -espacios en ruinas suspendidos- recuerdas la protección de la casa, el cuarto, el lecho. Cuando te sientes perdida en el trabajo buscas el descanso entre las piedras. Dicho en una imagen breve, juega a establecer la semejanza entre la huella dactilar y el relieve orográfico.

 

Hace años que Amaia trabaja intensa y continuamente, logrando un espacio de trabajo e ingresos económicos, Una habitación propia, diría Virginia Wolf. Tiene gran ilusión y fuerte voluntad de seguir aprendiendo 'Un método es un camino a recorrer una y otra vez' [Zambrano, 2011, 69], un trayecto 'allanado a fuerza de ser recorrido' [? 79].

 


Imágenes de la Exposición
Amaia Gracia

Entrada actualizada el el 26 may de 2016

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