El jueves 3 de octubre a las 20:00 horas, inauguramos Reposiciones 05, un programa orientado a colecciones públicas y privadas que muestra obras ya expuestas anteriormente que, por diversas razones, reúnen cierto interés para ser vistas de nuevo en un tiempo informado por unas condiciones sociales, económicas, culturales y políticas que han diferido de aquellas en las que la obra ha sido producida.

En esta ocasión, presentamos un trabajo de Iñaki Cerrajería expuesto en Trayecto en el año 1998, dentro del ciclo expositivo «Obra única» del cual toma el título. Iniciado en el año 1998, el programa tenía por objetivo una re-apropiación del concepto de 'obra' en detrimento del término «objeto artístico» y las múltiples crisis adheridas a su cuerpo. En esos años, próximos al 2000, habían alcanzado cierta hegemonía conceptos como límite, fragmentariedad, instante, procesualidad, que apuntaban claramente a ... la fertilidad semiótica de la deconstrucción y lo libidinal, campo semántico en el que puede ser leída de manera crítica esta y otras muchas obras de Cerrajería.

UUna exposición realizada en 1993 llamada «Señuelo», que estaba precedida de «Camaleón» (1991) y la siguiente: «Pintura, un instante» (1996), realizada en la Sala Samárica, junto a la exposición «Economías del deseo» (2004-2007) en el ahora desvitalizado Centro Cultural Montehermoso, nos da pistas sobre el interés de Cerrajería por la dialéctica presencia/ausencia que lo introduce en la problemática de la representación y su difícil adecuación al proceso crítico abierto desde entonces en la apuesta generalizada por lo «real cotidiano».

Tomando el hilo dejado por H. Lefebre que nos recuerda que el poder de las representaciones predomina sobre las representaciones del poder, esta «obra» subvierte la crítica a la representación tradicional alejándose tanto de las invocaciones/evocaciones, como del modelo, tipo, pattern o el doble, el reflejo o el eco. En cada re-presentación «Obra única» es a la vez otra y única.