La muestra de la artista visual Dominique Schwarzhaupt, consiste en una serie de dibujos de retratos en gran formato. Los dibujos están basados en fotografías de rostros que son deformados de tal manera, que se convierten en personajes ficticios e inverosímiles. En un mundo en donde todo debe ser rápido y automático -estas obras que involucran una gran cantidad de horas en su ejecución- se nos presentan como una aparente pérdida de tiempo, surgiendo así la reflexión en torno a lo útil y lo necesario.

Las obras exhibidas en EspacioVILCHES buscan que la técnica sea una herramienta y no un fin último, es por esto que, si bien están basados en fotografías, no hablamos de copias de retratos; son personajes ficticios que han ido sufriendo múltiples alteraciones desde que se toma la foto del modelo hasta el dibujo final.

... style='margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm; background:white'>Las imágenes de los retratos están aplastados, los comprime el marco de la hoja en el que se les dibujó y se aprietan unos contra otros, son una serie de tensiones atrapadas en el papel. Esta tensión es la misma que existe entre todas aquellas fuerzas involucradas en la creación de la obra: lo ficticio y lo real, lo inútil y lo necesario... es como aquella tensión que se crea entre la anticipación de querer iniciar el proyecto el primer día y el odio de la monotonía que atrapa al llegar al último dibujo.

 

Retratos ensamblados es un trabajo en donde el dibujo se utiliza como una herramienta necesaria de análisis y meditación. Para poder llevarlos a cabo se necesitó una enorme cantidad de tiempo y esto es parte de la experiencia del espectador: entender que no se trata de una pérdida de tiempo, de algo innecesario, sino que un medio de adquirir conocimiento, un momento de reflexión que en la actualidad ya nadie parece tener.

 

 

 

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