Romero Martín (Sevilla, 1965)
LA LÍNEA COMO GESTO, COLOR Y VOLÚMEN
La obra de Martín se destaca como una propuesta de gran interés en el arte actual europeo, desde la perspectiva de un expresionismo que atañe a la corporalidad de los objetos y se manifiesta en la nitidez de un discurso que alude a la situación del hombre contemporáneo, solitario e interrogante. El descubrimiento del rico universo de este artista se despliega en algunos objetos donde él posa una mirada atenta y afectuosa: un triciclo, un carro, un avión, un velero, nos comunican su naturaleza íntima.
Con una trayectoria de más de 25 años en el campo de las artes plásticas, Martín ha desarrollado su obra paralelamente en la pintura y en la escultura, con muestras expositivas tanto en España como en el extranjero. En sus figuras escultóricas ha mostrado su experiencia estética con la utilización de diversos materiales y formas como el...hierro fundido, el bronce, la piedra, la madera y la pasta de papel, incorporando algunos materiales ajenos al campo plástico (objetos encontrados) para indagar en sus dibujos hasta llevarlos a la forma tridimensional utilizando ramas de árboles y texturas, para realizar con acierto una nostálgica construcción narrativa a través de estos cuerpos.
Martín construye su universo a partir de una paleta luminosa en algunas obras, melancólica en otras, abriendo camino hacia lo invisible, hacia la alegría y plenitud de vivencias lúdicas. Regresando a nuestra primera impresión al contemplar estos objetos nada extraordinarios en su hábitat natural, pero resplandecientes al ser tocados por la misteriosa mano del pintor, nos preguntamos si su referente está más allá del cuadro o la escultura y descubrimos entonces la enorme riqueza interior expresada en la libertad de dibujar y de crear destacando el encanto de las cosas, la realidad que vive en el milagro de un jarrón de flores o un bodegón de frutas y verduras encontrados en un ambiente cualquiera. La pureza del aire atrapada en unos pétalos, en un carrito bañado por la luz de la conciencia, porque el toque de un verdadero artista como MARTÍN, consiste en sumergirnos en la maravilla de una imagen desde la cual podemos inferir una historia, un mundo mágico donde por fin comprendemos aquello de que una obra de arte es siempre suficiente por sí misma.
(Fernando Cifuentes Maldonado)
L.H. Hernández (Barcelona, 1963)
Desde siempre he sentido una gran pasión por el dibujo y la pintura artística, que realizaba en un principio en lápiz, tinta, acuarela y aguafuerte, a veces aplicándolas en diseño gráfico y cartelismo.
Hace unos veinte años comencé a pintar los primeros cuadros al óleo, y fue esa pintura la que me arrastró a dedicarle la vida desde entonces.
Soy básicamente autodidacta, aunque he tenido la ayuda magistral del pintorgironés A. EnÍrunys, de los salmantinos Arturo Miñana y Carlos García Medina y del puertorriqueño Rolando Faba.
Gran admirador y estudioso de la obra de Salvador Dalí, en. mis obras se debe notar alguna influencia surrealista, sobretodo en la concepción y asociación de los temas que tratan, que luego intento recrear en un ambiente onírico o mágico.
Ese realismo mágico y algunas trazas de pop-art están reunidos en esos rincones, paisajes, que pueden incluso estar conectados de un cuadro a otro, de un universo a otro.
Imágenes de la Exposición
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Entrada actualizada el el 21 jun de 2016
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