Rosemberg Sandoval nació en Cartago en 1959 y se incorporó al arte colombiano en la década de los ochenta donde el conceptualismo, el arte político, las instalaciones, el performance y en general un sector comienzan a interesarse por la desmaterialización del arte. Sandoval descreyó de la Academia donde había ingresado y comenzó a proponer obras como resultado de su propia experiencia e ingrediente. Su primera participación fue en el Salón Atenas organizado por el Museo de Arte Moderno de Bogotá donde presentó su trabajo Extensión, una sábana teñida en café y soportada con una sonda que contenía orines del artista. Al año siguiente en la Galería San Diego de Bogotá junto con María Evelia Marmolejo realizó dos performance los días 10 y 12 de marzo. Vísceras de animales, sangre de menstruación, periódicos con las páginas judiciales hicieron parte de esta acción. Así irrumpió Rosemberg Sandoval en el Arte Nacional marcando...una diferencia con el gusto imperante, el esteticismo, la comercialización y la complacencia. Desde esa época hasta hoy la producción visual del artista ha trabajado con materiales de desecho, muchos de los cuales provienen de atentados terroristas, ha usado su sangre, sudor y vellos púbicos. Así mismo elementos despreciables como zapatos usados abandonados, trapos, clavos y vidrios, además de fotografías, videos y performance.
El arte de Rosemberg Sandoval a incluido cadáveres, fetos, puñales como instrumentos dibujísticos, alusiones a bombas y armas blancas.
Además de los trabajos objetuales Rosemberg Sandoval es muy conocido por sus performances los cuales comenzó a realizar desde el inicio de su incorporación en el arte. En muchos de ellos es el propio artista el protagonista aunque en algunos ha utilizado personas marginadas que el involucra en la acción. Muchos de esos eventos se colocan en la orilla de lo políticamente incorrecto, una frontera que siempre está siendo transgredida a través de su obra. Aunque los performances están registrados en un video, única forma de conservarlos junto con fotografías, también a usado el video como fuente primaria para realizar performance privados y solamente registrados por una filmación es su conjunto que obedece al grupo de Acciones Políticas y que están concebidos desde 1987 y muchas realizadas solamente en el 2007. Algunas imágenes pueden resultar perturbadoras como el cadáver de una niña, un indigente colgado de un dintel de una puerta, un pordiosero que se lava la cara con agua de fango en un charco en la calle. Las propuestas de Rosemberg son inquietantes y parece no dejar indiferente a ninguno.
La geografía de la violencia nacional es algo que el artista ha evocado de diferentes maneras. En esta ocasión presentamos la provocadora obra Emberá-Chamí del 2008. Un trabajo que habla de la violencia y la muerte, también de la guerra y que cita las comunidades indígenas que son un sector muy asolado por el desplazamiento, la persecución, la pobreza y la indiferencia. Las botas pantaneras de caucho están interceptadas por huesos humanos, un comentario siniestro pero a la vez simple y puntual que concentra su poder en este calzado que se usa en las montañas por distintos actores armados que protagonizan el conflicto. El par de objetos solitarios exploran el uso inusitado de los materiales y a la vez se presentan como protagonistas de un nuevo surrealismo fúnebre y desgarrado que señala muy bien los intereses del artista.
MIGUEL GONZÁLEZ
Profesor, curador y crítico de arte.
Miembro de AICA.
Curador Museo Rayo
Entrada actualizada el el 19 mar de 2017
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