La obra de Toño Nuñez (Lima, 1976) se nutre de elementos visuales que toma de las calles de la ciudad, los que una vez más adquieren matices distintos y una vitalidad renovada en un ámbito otro. En esta su tercera exposición individual, deliberadamente titulada Round 3, incorpora a los diseños de la gráfica urbana con los que ya venía trabajando, una serie de imágenes que refieren a la historia peruana a través de sus representaciones más icónicas. En clave sincrética y bajo un diseño psicodélico, cabezas clavas chavinoides (símbolo de los orígenes de la cultura local), encierran en sus órbitas a personajes como Sarita Colonia, César Vallejo o Teófilo Cubillas, pero también aquellos elementos más recientemente integrados a nuestra contemporaneidad bajo los síntomas de la globalización: la carita feliz, el símbolo del dólar, Mickey Mouse, e incluso, Mao Tse Tung. Así es nuestra identidad de compleja.
Por otro lado, mapas...virreinales incorporan a su iconografía los elementos alusivos a la gráfica urbana, bajo la custodia de sensuales diablesas y toda una alusión a los carteles de velocidad y a la iconografía erótica. Nuevas complejidades se suman en la representación de la identidad local. Pero además hay implícita una tensión dada por el mapa, que nos remite a la mirada de Occidente sobre el otro –nosotros- entre el miedo a lo desconocido, el rechazo por lo diferente y la atracción por lo exótico; y al mismo tiempo a una apropiación de esa mirada, que es recreada como una reafirmación de lo local.
Un tercer conjunto nos propone un nuevo giro: la iconografía popular sobre columnas griegas. Subversión de lo establecido y de cuestionables divisiones arte académico/arte popular, arte elevado/arte de masas. Pero Núñez no sólo apuesta por la representación, la acción ha cobrado importancia y, a través su alter ego Bazz, se anima a transitar por otras formas producción y distribución de las imágenes, más allá del mundo del arte y más conectado a las estrategias de la calle y del entorno urbano popular, más cercano a circuitos como el de diseño e impresión tipo Wilson y la distribución tipo Gamarra. Convertidas en calcomanías, muchas obras de la exposición están circulando ahora por las calles. Lo interesante es que una vez devueltas a ese ámbito, las imágenes seguirán su proceso, adquiriendo nuevas variaciones y texturas de significados.
Gabriela Germaná
Entrada actualizada el el 14 sep de 2015
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