Inauguración, viernes 5 de abril a las 20:00h.
Cada fragmento de la existencia se diluye sin remedio, y la inmortalidad no llega, por eso necesitamos tanto retener aquello que siempre quiere echar a volar. Por alguna razón alguno de esos momentos quedan colgados provisionalmente en la memoria.
Hay recuerdos que quedan prendidos toda la vida, y otros se esfuman de nuestra mente nada más de haberlos vivido, y no necesariamente los primeros vendrían a ser los más importantes o los que incidieran en nuestro presente, pero si los más representativos.
Saba Imani ha conseguido prolongar en esta serie, su espíritu de ansia vital a través de los materiales que la remueven los sentimientos; las tablas que trocearon alimentos convertidas en soporte, trabajan como algoritmo de los recuerdos, y devienen en una iconografía de la vida y la fertilidad. En este juego de representación, como la misma autora lo denomina, existe un diálogo entre...el dolor de la perdida y la alegría de vivir, y también entre el mito que mantenemos y el sacrificio al que le abocamos.
Saba Imani es licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Teherán y Master en la Cité International Des Arts de París. Ya ha realizado diversas exposiciones individuales en galerías en Teherán, París y Bruselas. Y ha participado en colectivas institucionales como en Museo de Arte Contemporáneo de Isfahán, o en los Jardines de Negarestan, o en el Centro Cultural de Niavaran, en Teherán, etc.
Entrada actualizada el el 02 abr de 2019
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