Autoritarismo, evasión, conformidad automática. Estos son los principales mecanismosque pone en práctica el individuo ante el miedo a la libertad y la inseguridad en símismo. La pérdida de la individualidad, la destrucción del mundo como intentodesesperado por no sucumbir a él y la propia conformidad de la mediocracia son susrespectivas consecuencias.

Sabbatique plantea un posicionamiento de revalorización del ser en su propia individualidad, de su poder como individuo y del valor de sus propias acciones.

Las obras de Alejandro Vidal y Saâdane Afif reflejan esta actitud; un ideal y una forma de pensar y actuar que se ven reflejadas en la máxima del filósofo Jacques Ranciére “Liberty is not given, it is taken”.

Esto nos sitúa en un momento generacional, en el cual ambos artistas desarrollan paralelamente sus respectivos trabajos, ... donde la única actitud válida es la acción. Una vez superados estos últimos años de análisis y desmembramiento de todo signo y sistema, la única opción lógica y eficiente es el paso a la acción y el enfrentamiento directo con lo establecido, en búsqueda de una lucha por la transformación social.

Ambos artistas trabajan aquí desde una actitud positiva, adoptando una libertad individual que trata de romper los límites impuestos arbitrariamente para un supuesto control y homogeneización del pensamiento y la acción individual. Se trata de normas y convencionalismos que influyen en cómo asimilamos todo tipo de inputs que nuestro cuerpo recibe. La exposición directa ante ciertas actitudes y escenarios en el trabajo de Alejandro Vidal, así como el desorden que crea Saâdane Afif en sus instalaciones nos obligan a replantear la validez de nuestro actual sistema como único posible a la vez que abren nuevos planteamientos ideológicos en su obra.

Pertenecientes a la misma generación, ambos artistas poseen unas inquietudes comunes, donde, la influencia musical, el punk rock, las raves y sus respectivas estéticas marcan sus trabajos. El video “Pushing up the power” de Alejandro Vidal muestra como las multitudinarias raves, entendidas en muchos círculos como un proceso de catarsis colectiva, pueden verse también como una ceremonia epifánica donde la masa se rinde a la figura de un dj que los impulsa a ritmo de beats. Este abandono del cuerpo, unido al consumo de drogas crea un conjunto de seres que tratan de liberarse en búsqueda de una experiencia vital profunda. Saâdane Afif retrata los frutos de estas experiencias en instalaciones como “Oasis”. El artista las define como la celebración de una primavera morbosa, patológica, creando assemblages con formas de árboles de cuyas ramas brotan frutos en forma de jeringuillas, creando un desorden natural. Al igual que la catarsis de las raves o el consumo culto de drogas, estas obras buscan transportarnos a una nueva realidad, adquiriendo el arte la cualidad de convertirse en el escenario ideal para romper los límites y abrir nuevos espacios de diálogo con nuestra sociedad y cultura.

Así, el trabajo fotográfico de Alejandro Vidal nos sitúa ante la representación de escenarios y personajes de una fuerte intensidad. Nos descubrimos ante una situación que no controlamos, llena de fuerza y tensión, donde no percibimos una violencia explícita, pero sí una imagen que nos violenta. Se trata de un ataque directo al conformismo ideológico que domina nuestra forma de mirar las imágenes. El escenario ideal para estas situaciones es un paraje neutro, no localizado, industrial, una realidad que podría resultar más cercana de lo que creemos. La distancia entre realidad y ficción es ya un límite que sólo cada espectador puede marcar. Saâdane Afif por su parte, plantea otro tipo de escenario, en el que nos involucramos y por el que nos movemos. Este jardín narcótico logra conjuntar un sentimiento de curiosidad y acercamiento en el espectador a la vez que una distancia y respeto ante esa naturaleza hiriente.

Sabbatique incide sobre una actitud de valor y acción ante el agotamiento que provoca la mentira y conformidad de nuestra sociedad.