-------------------------------------------------------

-------------------------------------------------------

Marianna Dellekamp ha trabajado el soporte fotográfico desde hace 15 años y, aun con un lenguaje eminentemente conceptual, las formas que se manifiestan en la diversidad de sus obras hablan de una figuración latente. Ambas fórmulas se cohesionan para servirse mutuamente como complemento: el concepto hace referencia deductiva de la imagen, mientras que a partir de la plástica en las diversas obras de Marianna, se induce a un pensamiento o idea. En sus primeras obras, la artista utiliza al sujeto retratado como motivo de representación dentro de una escenografía. En estos años emplea el cuerpo para explorar aspectos concernientes a la construcción de una identidad propia. En In Situ, Líquido corpóreo y Antropología del cuerpo moderno, la artista parte de la exaltación del cuerpo humano y sus componentes fluidos o su apariencia desde una perspectiva psico y sociológica.

Años más tarde presenta Cuerpo mediatizado ... en donde emprende un viaje por el interior de intestinos, esófago, estómago y otras partes de la arquitectura corporal. Los pliegues, úlceras, tejidos o músculos son impresos y colgados en un móvil o simplemente sobre el muro. El resultado no es de una lectura directa pues, en apariencia, semejan una cosmología indescriptible que remite a entidades del espacio sideral y no de nuestros componentes interiores. Todas las series que trabaja Marianna tienen una relación entre sí y con los proyectos más recientes. Paisajes estáticos o en movimiento (Trenes), objetos útiles o de desperdicio (México 05, Museo de Geología), circunstancias de fantasía y fortuna (Mensajes del sistema), todas ellas en encuadres vislumbrantes y con un sólido fundamento.

Marianna Dellekamp ha trabajado la propuesta plástica en la mayoría de sus fotografías con un planteamiento esencialmente constructivo y un discurso conceptual. Y justamente en la serie Se renta es cuando más puede apreciarse un trabajo en el que la idea pretextual, la relación en un ambiente y el resultado plástico son los componentes de piezas fotográficas basadas en un discurso con múltiples lecturas.

En la serie expuesta se observa un resultado doble que al mismo tiempo está conformado por otras dicotomías. Formalmente, la pieza se compone por una fotografía en color y por el otro, del texto que anuncia la renta o venta del espacio en cuestión, más alguna característica propia. Existe una evidente relación entre la imagen y la palabra que igualmente es doble: al estar acostumbrados a leer de izquierda a derecha, se lee el contenido del texto, para inmediatamente ver algún fragmento de aquello que se nos ofrece. Sin embargo, la imagen puede verse antes que leerse el texto y así, descubrirá fórmulas personales para conocer el espacio. Otra dicotomía se da en un plano más tangible, pues la fotógrafa entra en contacto con el dueño o corredor del departamento. La primera persona engaña inocentemente, mientras la segunda es una inocente por no saberse engañada. Marianna pide ver el espacio y retratarlo a lo que accede el dueño, sin saber que parcelas de su piso se exhibirán en un recinto consagrado a las artes visuales. Una vez de vuelta al estudio, la artista establece una relación distinta con la fotografía, pues aunque ya habitó ese espacio, ahora es solamente el fragmento que responde aparte del texto en el anuncio. Finalmente, se establece una dicotomía entre lo plástico, visual, figurativo en un plano y lo conceptual, propositivo, discursivo en otro. Lo primero se refiere a una porción de lo que representa la realidad cotidiana y lo que conforma la cultura visual. La realidad cotidiana es en la obra de Marianna el tema de donde partirá la propuesta visual. La cultura que componen estas imágenes son a su vez las partículas de la "videoesfera" que se refiere a la era de la visión, de la visibilidad pura, aunque no de la observación. La artista nos invita a observar a partir de la figura representada que se complementa con el texto, con el significado literal, con la semiótica de la palabra.

El texto que acompaña la fotografía es parte del desarrollo conceptual que la fotógrafa establece desde un principio. La obra se fundamenta en representación, relación y articulación de un significado. La obra tiene una multiplicidad de lecturas a pesar de la literalidad de las referencias textuales. Los fragmentos de oraciones que no necesariamente corresponden a una gramática ortodoxa, se descontextualizan de su función y situación originales. Es decir, no están dentro de las inserciones de la publicación periódica y ya no sirven para anunciar, sino para completar la obra de arte. Así, en conjunto, Marianna crea una pieza nítida, concreta y propositiva.