Realizada entre 2006 y 2008, la serie Selección Natural está formada por fotografías tomadas en zoológicos situados en diferentes ciudades de varios países europeos. Su objetivo es plantear una reflexión sobre el papel de estos espacios en la actualidad.

Tradicionalmente, la función de los jardines zoológicos -o de las antiguas "casas de fieras"- ha sido la de acercar al hombre occidental especies de animales cuyo conocimiento directo sólo era accesible, por la lejanía de su hábitat natural, a unos pocos y privilegiados viajeros. En la actualidad, gracias al abaratamiento y mayor rapidez del transporte, así como a la enorme difusión de la información por los medios de comunicación, cada vez es más cuestionado el sentido de estos lugares.

Actualmente conviven dos clases de zoológicos. Los tradicionales, cuyas instalaciones no han sufrido ninguna renovación ... significativa, todavía albergan a los animales en pequeñas jaulas, sometidos en ocasiones a precarias condiciones de higiene y alimentación. La impresión producida por estos lugares raya a veces en lo sórdido, siniestro o pintoresco.

Un segundo tipo está constituido por los modernos parques zoológicos. Durante el día, los animales se encuentran en amplios espacios que intentan imitar sus hábitat originales. Se trata de lugares que presentan buenas condiciones de higiene y donde se mantiene a los animales bien alimentados y controlados por revisiones veterinarias periódicas. Además, están regidos por una normativa europea sobre zoológicos.

La escenificación de estos espacios que pretenden ser reproducciones reducidas de los medios ambientes naturales responde, de alguna manera, a una idea preconcebida por los humanos, especialmente por el hombre blanco occidental, de lo que es la naturaleza en estado puro.

En otras ocasiones, sobre todo cuando se trata de grupos numerosos de animales, estos lugares obedecen a una organización puramente racional -superficies de cemento con estructuras y formas rabiosamente simétricas-, regida fundamentalmente por criterios de orden, limpieza y fácil clasificación y enumeración de los miembros del grupo.

La inclusión de los animales en estos jardines zoológicos que bien imitan su hábitat natural, bien responden a una racionalización extrema del espacio, genera imágenes extrañas, inquietantes y contradictorias. El artificio de los "territorios" creados para ellos contrasta poderosamente con lo que de natural y salvaje tienen los animales.

En esta aparente contradicción se encuentra la base de Selección Natural, que se decanta por esta segunda clase de zoológicos tanto por razones de forma -queriendo huir de la imagen efectista y pintoresca que inevitablemente suscitan los zoológicos tradicionales-, como de fondo, apuntando al debate que puede generarse en torno a la pertinencia de que existan y se creen en la actualidad estos escenarios artificiales para albergar las distintas especies animales.

El título de la serie tiene un doble sentido que no escapa a un fuerte componente irónico: por un lado está su inmediata alusión al proceso planteado por Darwin en su teoría de la evolución, que señala que las especies que mejor se adaptan al medio ambiente son las que sobreviven y evolucionan; por otro, Selección Natural sería, literalmente, el mecanismo por el que se crea un parque zoológico, al hacer una "selección" de un grupo de animales para trasladarlos desde su medio "natural" a esa suerte de naturaleza inventada por el hombre.