montón de trigo montón de paja exhibe ?Serolf sarto y saefnin, srekits? una exposición de pintura de dos artistas con quienes ya mantenemos una estrecha relación. Es la primera vez en su larga carrera que el pintor burgalés Fran Herrerosy la artista zaragozana Paula Sampelayo plantean un proyecto artístico en común.

El título de la exposición es un juego de palabras que hay que leer al revés y está compuesta por tres colecciones diferentes; ?Stickers? y ?Otras flores? de Paula Sampelayo, y ?Ninfeas? de Fran Herreros. Todas las obras tienen el mismo formato y soporte ( lienzos de 20x20 y 30x30 cm). Tres colecciones que suman un total de 68 piezas en un peculiar montaje que desborda de color la diminuta sala de montón de trigo montón de paja en la calle Juan Bravo 21.

Fran Herreros y ... Paula Sampelayo son doctores en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca donde se licenciaron en la especialidad de pintura. Con montón de trigo montón de paja participaron en la exposición colectiva ?unbilletitodecincuenta? en diciembre de 2010, en 2004 Paula inauguraba la exposición individual ?Prohibido fijar carteles? y en el año 2005 Fran exponía ?Pinturas y dibujos. (Soliloquio anunciado)?.

Esta exposición es el resultado de sumar la pincelada pausada y las capas de Paula Sampelayo con la explosión de color que se escapa de los lienzos de Fran Herreros.

Las cosas no son lo que aparentan, su entendimiento y con ello su significado deriva del conocimiento del lenguaje.

¡Tan sencillo!.... ¡tan complejo!

Tres series, un mismo tema.

Naturalmente.

Se ha creado así, sin artificios ni pretensiones buscadas, sin miradas encontradas, sin traspasar la puerta del espacio creador de la otra mitad vital.

Están convencidos que es pintura del subconsciente.

Un mismo espacio para crear, para jugar, para elaborar e investigar, lleno de escrituras vacías y diálogos mentales, atrapando las musas invisibles que rodean el misterio de la Pintura.

Dos cuerpos pensando y experimentando con el azar, unas pinturas realizadas sin cruzarse en el camino de la creación física y mental, y sin embargo, la magia ha hecho que el tema elegido para esta exposición, haya coincidido.

Ambos se pusieron como punto de partida común el formato de las obras y dimensiones del soporte y a partir de entonces el trabajo ha sido individual.

Puertas cerradas sin ver el desarrollo del otro. ¿Casualidad?, ¿destino?, quizá buscando la hermosura del lienzo en blanco y desvelando lo allí tapado.

Cautela y un absoluto encierro deseado, una cárcel con puertas blindadas, en donde el único delito ha sido el control físico y psíquico de no ver la celda contigua. A veces la inquietud se mostraba ante ellos con un cruce de miradas desafiantes y a su vez seguras de sí mismas.

Al final emoción y sorpresa.

Fran Herreros continua su línea creativa emprendida anteriormente con sus ninfeas.

Desde hace años, su obra sigue el camino de ?los jardines de Giverny?. La plasticidad y el colorido, así como la forma de mezclar los pigmentos que desarrolló su amado y deseado Jean Claude Monet en su último periodo pictórico, han tenido en el una misteriosa y eficaz abducción de la cual no puede salir. Su lucha, seguir investigando en el proceso pictórico de la obra, basada en las ninfeas de los terrenales jardines de Giverny.

En un principio, estas ninfeas integraban la parte más dominante del cuadro. Eran potentes visualmente, con grandes masas de color que conjugaban a la perfección con los pequeños toques de color y golpes a modo de dulces flores interactuando con el espectador mediante los olores que desprendían las dulces ninfeas. ¡Hay que oler el cuadro¡ Aromas misteriosos sacados de libros y recuerdos antiguos. Fotografías en blanco y negro revelándose hacia el colorido del cuadro.

Explosiones de colores que, ahora, en esta muestra deciden escapar del lienzo mediante esas raíces hasta entonces escondidas bajo las aguas de puentes japoneses y en donde en esta exposición se dejan ver por vez primera a través de los cuadros hechizados por los jardines exuberantes de Giverny.

Paula Sampelayo, en sus impulsos creativos, decide alternar el relax pictórico de su obra de apariencia figurativa con su trabajo de creación y experimentación conceptual, manteniendo, en este sentido la constante del tratamiento artístico de la sociedad en la que vivimos, una sociedad de consumo, una sociedad del ?usar y tirar?.

La serie stickers la encaja en su trabajo más conceptual, responden a una reflexión respecto a la cuestión del papel del espectador, la obra necesita otra mirada ajena al creador para poder ser, es decir, para existir, quizá este espectador no es conocedor del lenguaje visual, pero sí le aporta una acepción a la obra; reflexionar sobre la inconcreción de cualquier lenguaje, la relatividad del entendimiento en un acto de comunicación, diferentes acepciones para un mismo termino.

Esta vez han sido los stickers los que le han dado la inspiración para crear esta serie.

Los cuadros que presenta hacen referencia a esas imágenes que se consiguen con los ?stickers? comprados, en su caso son pintados, basándose en la pintura a capas en la que va reservando lo que le interesa con los stickers reales.... trasladar un producto de usar y tirar y convertirlo en 'obra de arte', esto ya está inventado, pero le interesa.

Desmitificación del Arte. Aquí, escribe.

Solo hay que saber mirar y detenerse para descansar.

Es ahí, donde su mente le da un respiro plástico. Salvajes campos bellos. Pinceladas pausadas, tranquilidad emocional.

Es en esta serie ?Otras flores?, en esos paisajes florales, donde se evade, relaja y recorre otros senderos. Tan solo un ejercicio de meditación. Aquí, lee.

Así son, dos personas que comparten vida, pero a su vez tan diferentes e individuales que cada uno mantiene su propia identidad artística.

Silencio?pausa?.. reflexión en alto.

Juegos de equilibristas sobre el lienzo en blanco.

Reloj avanzando inexorable.

Trabajar en Pintura, trabajar con la Pintura, estar y vivir por y para la Pintura. Eso es su modo de vida. Un solo fin: tan sencillo, tan complejo, tan solo es pintar.

El resultado esta ahí. Silencioso. Pausado.

Para ver hay que mirar, para leer hay que mirar, para pintar hay que mirar, para amar hay que mirar, pero no solo con los ojos, sino con toda nuestras almas.

?Serolfsarto y saefnin, srekits?

Fran Herreros & Paula Sampelayo