'El título que elegí para esta muestra corresponde a una frase sacada de internet, es un post de un joven que utilizó en su fotolog. Me pareció pertinente porque es una invitación, algo seductora, a ver la muestra', señala la artista, Rosario Perriello.

La realidad virtual es la apariencia de la realidad que permite al usuario tener la sensación de estar presente en ella; la virtualidad supera las barreras espacio-temporales, en este contexto Perriello viene a preguntarse cómo la sociedad de hoy se comunica. Y ello lo plasma en sus obras utilizando desde el formato más grande al más pequeño. Desde Sala Gasco estas enormes telas pretenden seducir al transeúnte que camina por calle Santo Domingo para invitarlo a observar la muestra. Además, tres retratos enmarcados en cajas de medidas entre 2.50 por 2.50 y otros de formatos más pequeños ... obligan a pensar en el nuevo modelo del retrato que no tiene ningún precedente, construido por medio de la pose y la autoconstrucción del yo. Hablamos de rostros de adolescentes que aparecen en fotolog trabajados con materiales y papeles reutilizados para lograr un efecto bidimensional.

Para Perriello es interesante y una oportunidad exponer en Sala Gasco, ya que 'está diseñada como una gran vitrina que se involucra con la ciudad, en un lugar situado en el epicentro de Santiago'. En este sentido, la muestra, que contó con el apoyo del Fondart, continúa fielmente la línea que la artista se ha propuesto de cómo llegar al público: convirtiendo a aquella persona que camina inadvertida por la calle en espectador activo de ella.