Nuestras culturas, entonces, no consiguen evolucionar, bloqueadas delante de un espejo con gran complacencia, dejando emerger un melancólico sentido de culpabilidad e impotencia que invade lo cotidiano de cada individuo marcándolo profundamente. Una repetición intensa e implacable que parece ahogar sus orígenes, huyendo del control de quien quiere... un interés personal, ya que él mismo se convierte en víctima.

Y es a través del uso de diferentes códigos y temas, que van desde lo social a lo político hasta llegar a la memoria recordando y catalogando cosas, personas o hechos, una especie de punto de partida de nuestra historia, o probablemente para cerrar 'el final de una era' como diría algún navegado artista inglés, Silver Session pretende señalar que ya se está apreciando un cambio.