El acercamiento a la obra de Simon Edmondson sólo puede hacerse desde una perspectiva: la pasión por la pintura. Este artista británico nos ofrece una visión personal de la vida a medio camino entre lo cercano y lo desconocido, utilizando la pintura no sólo como instrumento para enfrentarse a la representación sino que hace de ella una forma de mirar la realidad en la que el ojo -la visión- y la mano -el tacto- se unen en una obra que es gesto, sensualidad matérica, pero también una forma de amasar la luz.

Marcada por una factura rica y refinada, en la selección de obras que Simon presenta en la Galería María Prego vemos una pintura madura, en la que el autor deja ya de lado sus inicios desgarrados y camina hacia ... una obra más pausada, diáfana y sensual, quizás por ello más temible e inquietante que la de anteriores etapas.

Algunos autores han descrito su obra como metáfora del ser humano, como un documento del sufrimiento de la humanidad; y es que la representación de lugares en los que la ruina y la destrucción han dejado un desolado panorama de quietud son motivos recurrentes en sus pinturas. Los espacios se nos presentan a través de un silencio espectral como vestigios de una arquitectura monumental arruinada, a modo de restos de un glorioso pasado perdido pero cuya huella se resiste a desaparecer y que Calvo Serraller define como "teatro de los escombros". Nos evoca imágenes identificables que representan diferentes ámbitos del dolor y las presenta en base a dramáticos y suntuosos juegos de luces.

a consecución de estos espacios inquietantes es posible gracias a su capacidad para la recreación de atmósferas, atmósferas que reflejan el halo trágico que envolvió los lugares representados y que nos hace presentir lo que ha podido ocurrir. A ello contribuye el uso diluido que hace del color, consiguiendo unos espacios que se nos muestran desvanecidos haciendo que la imagen no sea una representación de la realidad sin no la huella que ésta ha dejado en nuestra memoria. Se trata de imágenes por lo tanto recordadas, surgidas de nuestro interior. El autor juega así con la dualidad entre lo real y lo irreal, entre lo consciente y lo inconsciente cuestionándose la materialidad de la memoria colectiva. A esta captación de atmósferas contribuye su particular uso de la luz, que es lo que verdaderamente imprime dramatismo a la representación y lleva al espectador a espacios en los que los objetos se dividen entre su aparente realismo y delicadeza y la incertidumbre de su realidad pictórica de esa luz neblinosa.

Estos espacios no necesitan de personajes para aparecer habitados sin embargo la figura humana es a veces objeto de la representación, haciendo alarde de su poder en un intento de recalcar el dramatismo y el dinamismo de los espacios

Calvo Serraller describe su pintura como "el radiante y sensual vestido de seda con el que también se recubre, y no encubre, el horror. Convierte la pintura de la piel de lo real en un formidable y libérrimo accidente gestual, como si las pinceladas hubieran sido dadas al desaire, pero sin jamás perder el misterio de la atmósfera y sensación que penetra hasta el corazón y los nervios, hasta lo más recóndito e inexplorado de nuestro cerebro. Al final, Edmondson nos enseña el milagro de la luz, que es, a la vez el lujoso manto brocado de nuestra catástrofe, y el resplandor de la esperanza".

Simon Edmondson vive y trabaja en Madrid desde 1991 aunque se formó en Londres y Nueva York, escuelas de las que adquiere sus principales influencias. Su obra está ha estado representada en las principales ciudades en galerías de Suiza (François Ditesheim), Berlín (Michael Haas Gallery), Nueva York (David Beitzel Gallery, Lang O'Hara Gallery), Madrid (Galería Metta, Álvaro Alcázar), Barcelona (Alejandro Sales), Trieste (Galleria Torbandena), Zurich (Turske and Turske Gallery), Bilbao (Galería Juan Manuel Lumbreras), Londres (Nicola Jacobs Gallery, Benjamin Rhodes Gallery), Japón (Kohji Ogura Gallery) o Buenos Aires (Jorge Mara).

Ha participado en las principales ferias de arte internacionales asistiendo a varias ediciones de Arco, Art Chicago, Arte Fiera de Bologna, Art Basel, Feria de Arte de Buenos Aires, Art Koln y Art París. Comisarios del prestigio de Brian Butler, Catherine Lampert, Marisa Oropesa, Pamela Auchincloss, Rocío San Claudio, Edward Lucie-Smith, José María Parreño o David Nicholson han contado con él para diversas exposiciones. Instituciones como Arts Council of Great Britain, Contemporary Art Society, Unilever PLC, Prudential Life Inc., New York, Prudential Holborn, London, Haggerty Museum. Milwaukee, USA, BP. América, May and Samuel Rudin Foundation, New York o Stephen Solovey Foundation, Milwaukee, tienen obra de Edmondson en su colección.