La Sala Atín Aya se abre a la energía rebelde de José María Baez con la exposición ‘Simulacro y perplejidad’.
Esta selección de más de 40 obras refleja el ejercicio continuo que realiza el artista en el ahondamiento en la profundidad y el misterio del color.
La muestra permanecerá abierta al público hasta el 28 de febrero del próximo año.
La Sala Atín Aya, equipamiento dependiente del Instituto de la Cultura y las Artes (ICAS) del Ayuntamiento de Sevilla, ha abierto sus puertas a la obra del pintor José María Baez (Jerez de la Frontera, 1949). ‘Simulacro y perplejidad’ lleva por título esta exposición que recoge una selección de un total de 43 obras de la fértil carrera del artista en la que se hacen patentes sus afinidades con el arte, la literatura, la actualidad, los personajes históricos y los artistas contemporáneos.
El delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo del Ayuntamiento, Antonio...Muñoz, ha destacado el papel de Atín Aya como “uno de los canales a través de los que reafirmamos nuestro compromiso con la ciudadanía y el panorama creativo de la ciudad, concentrando al mismo tiempo el foco del interés artístico contemporáneo”. En este sentido, se ha referido a la “ocasión única” que supone esta muestra de Baez “para deleitar nuestras retinas con las fluctuaciones del color y las combinaciones geométricas que plantea en su pintura, evocándonos anhelos y sensaciones naturales”.
Con una trayectoria coherente plagada de ejercicios continuos ahondando en la profundidad y el color, la obra de José María Baez encaja plenamente en lo que se define como tradición pictórica moderna. Así, su creación parte de aceptar las fluctuaciones del color que inciden sobre la retina, evocando anhelos y sensaciones naturales. De esta manera, la imagen no se despoja de cargas, sino todo lo contrario: retiene al espectador reclamando un tiempo de recepción.
‘Simulacro y perplejidad’ reúne una selección de obras de sus últimos 20 años de trabajo (2002-2021) en las que se hace evidente la energía rebelde de su autor, que podrá visitarse hasta el 28 de febrero de 2022. Dividida en tres actos, las piezas se presentan mezcladas en sus técnicas y cronología, procurando una especie de confrontación entre la representación y la abstracción. De esta manera, la Sala Atín Aya como espacio expositivo queda al servicio de un montaje en expansión y tendente a lo instalativo, donde las obras se superponen y quiebran su especificidad. El artista consigue, así, que a veces sea un texto pintado sobre las obras el que incita el pensamiento de quien la contempla y, otras, sea el título el que encauza la reflexión.
En este ejercicio de apropiación, Baez llega más allá y la simulación le otorga carta de naturaleza a esta práctica de modo que la revisión constante de sus trabajos hace que, en muchos casos, lo que ayer valía hoy se transforma, ya sea por adición de nuevos elementos o por todo lo contrario (simplificación).
Residente en Córdoba desde 1960, José María Baez es un artista muy vinculado a Sevilla, donde se ha mostrado su obra en numerosas exposiciones. Tras recibir la Beca Nuevas Formas Expresivas del Ministerio de Cultura en 1980, ha sido galardonado con los premios Martínez Guerricabeitia (1994) y Navarra de Pintura (1995), entre otros.
Su obra se ha mostrado en numerosas exposiciones nacionales e internacionales y ha realizado diversas intervenciones en espacios públicos, entre las que cabe destacar el mural efímero realizado en el Claustro del Centre del Carme, IVAM (Valencia), murales en el Teatro Liceo de Baena (Córdoba), así como en la Puerta del Puente y en la restablecida hornacina del Puente Romano de Córdoba, además de la intervención mural en Verbum, Casa das Palabras, Vigo (Pontevedra). Destacable es también su Escenografía y telones de ‘La Fuerza del Destino’, ballet flamenco basado en la ópera de Giuseppe Verdi para el Gran Teatro de Córdoba.
Entrada actualizada el el 01 dic de 2021
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