Solo Con La Cabeza No Se Puede Recordar reúne a un grupo de artistas que honran lo que tradicionalmente se ha denominado “trabajo de mujeres” en sus respectivas patrias, mientras comparten y construyen sobre esta inteligencia visual matriarcal por medio de artesanía, pintura y escultura. Guiados por curiosidad material y un sentido de nostalgia por tradiciones que se han mantenido a través del tiempo o han sido olvidadas, estos cinco artistas tratan al textil como un archivo visual con la capacidad de experimentación y curación.
Los artistas en esta muestra contemplan la inteligencia visual de las mujeres en América Latina a través del lente de la interacción con los objetos y patrones cotidianos, aunque no están limitados simplemente a desafiar la lengua vernácula de tales cosas. En cambio, buscan expandir su práctica visual profundizando en los trabajos de sus países de origen y construyendo sobre ellos para crear un trabajo que...simultáneamente honre su historia y sane sus efectos duraderos.
La obra de González examina estas tradiciones mediante un estudio meticuloso de diseños de patrones y pintura sobre productos domésticos encontrados y reutilizados. Almeida traduce la memoria de la compañía de costurería de su familia en esculturas pictóricas que juega con un archivo originalmente compilado por su madre. Mayela trata con fibra pura y orgánica para crear mapas abstraídos utilizables, denotando el recuerdo de su propia crianza en Venezuela. Millán Lozano nos recuerda que estas memorias también llevan dolor, utilizando telas desgastadas para destacar el maltrato y la injusticia que sufren mujeres en toda América Latina, tanto en el hogar como en público. Finalmente, la obra de Goico llama la atención a nuestra memoria del amor y trauma generacional, y nos ofrece Loving SUITS como un medio para procesar y curar nuestras historias individuales y colectivas de migración, dinámicas familiares y amor propio.
Entrada actualizada el el 25 feb de 2020
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