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Utopia Parkway, presenta la cuarta exposición individual de Fernando Martín Godoy (Zaragoza, 1975), doce nuevas obras radicales a la par que sutiles, llenas de misterio y emoción. Un conjunto de pinturas y dibujos bajo el título de Táctica que suponen un avance en su línea de trabajo reciente y continúan la experimentación iniciada en obras anteriores como Holy Papers o Grupo de investigación (ambas de 2011). El punto de unión es la búsqueda basada en un juego alrededor de los márgenes de la percepción visual del ... espectador que, más allá del plano estético, termina por revelar una representación oculta al primer golpe de vista.

En todas las piezas de la muestra un cuerpo geométrico luminoso resplandece en la oscuridad del entorno. Con una deliberada limitación en el uso del color y una luz que parece agotarse alrededor de esa geometría incandescente, las obras de Martín Godoy provocan una intensa emoción contenida. Las escenas veladas necesitan una pausa del espectador para que las sombras descubran sus secretos. Tras unos segundos de observación, las formas abstractas mutan en un mundo silencioso y fascinante.

El pintor persigue la complicidad entre el espectador y los sujetos representados, que parecen asistir a un experimento científico o, quizá, a una revelación. Algo nos lleva a Joseph Wright y su experimento cruel, o a Caravaggio, pasado por un tamiz constructivista, en la sobria teatralidad barroca de los cuadros de gran formato. Se puede intuir la mística intimidad de Georges de La Tour, pero también la precisión abstracta de Palazuelo. Los delicados dibujos en tinta china nos trasportan a las series de gabinetes pictóricos del siglo XVII en una revisión cargada de magnetismo y emparentada con los rastros mágicos de Adam Fuss.

Táctica entronca con la línea de producción desarrollada por Fernando Martín Godoy en los últimos años orientada a un uso radicalmente contemporáneo del lenguaje pictórico. Un trabajo pleno de energía y personalidad.