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Cuando decimos que vivimos una realidad fragmentada, damos a entender la inexistencia hoy en día, de un discurso (político, artístico, religioso?) que globalice la situación sociocultural que experimentamos diariamente. Actualmente un modelo de verdad semejante parece difícil de concebir; no hay ningún valor que nos represente a todos, que nos acoja y consuele, que nos proteja del desamparo en el que vivimos. ... Por otro lado, el hombre hace tiempo que ha dejado de ser el centro y no es más que otro elemento disperso en este mar de fragmentos.

La saturación de mensajes e información ha llegando a tal extremo que paradójicamente su nivel de eficacia (termino fundamental de la contemporaneidad) en muchos medios se ha reducido dramáticamente. ¿Somos capaces de diferenciar entre lo que queremos y lo que la realidad es capaz de ofrecernos?.¿Como diferenciar nuestro deseo dentro de ese inducido deseo colectivo?. ¿Somos capaces de nadar entre los fragmentos, de entender sus signos?.

El arte como espacio de representación, de relación, de negociación entre realidad y deseo. ¿Somos capaces de negociar?. ¿Es el Arte una herramienta eficaz?.

El taller no pretende ser un foro de debates socioculturales pero tampoco un taller específico (pintura, escultura, etc.). Trataremos de abordar la práctica artística en este panorama, explorando algunos conceptos que nos ayuden a entender situaciones en las que es posible la discontinuidad del hecho artístico. Repasaremos algunos medios en los que esto se produce (artes plásticas, literatura, cine, arquitectura, música, danza, TV,?) y los artistas relacionados con ellos.

Dentro de este contexto, trataremos también de analizar y discutir los trabajos y proyectos de los participantes en el taller cualquiera que sea su práctica artística.