En esta muestra fotográfica he querido aunar los tres pasos de iniciación a seguir en toda búsqueda: lectura, o conocimiento intelectual, reflexión y práctica.

Para el primer paso, he seleccionado cinco capítulos del libro "Tao Te King", en el original chino, acompañado cada uno de ellos por una imagen inspirada tras una serie de reflexiones sobre la lectura. La serie de paisajes hace referencia al tercer paso: la práctica; en este caso, la práctica de la meditación caminando, propia de la filosofía Zen en particular y del Budismo en general.

La experiencia en que se tradujo esta práctica fue, fundamentalmente, una experiencia de silencio, propiciada por un entorno natural y despoblado.

En el silencio, las imágenes vistas se retienen apenas unas fracciones de segundos debido a ... que la memoria es pensamiento, el silencio, su ausencia, y ambos se excluyen mutuamente. La cámara lo que hace es captar justo ese momento previo al desvanecimiento de la imagen, del pensamiento o "ruido", por eso algunas imágenes aparecen difuminadas, otras a punto de ser tragadas por el vacío, el color negro, o con un trasfondo en negativo.

También podría verse esta muestra como un juego de plasticidad y conceptos, que es lo que, en relación al arte, más me interesa. Habitualmente, el proceso creativo comienza a partir de un concepto o idea que plasmo en imagen a través de la fotografía, a continuación, paso al Photoshop donde el concepto pierde fuerza y la plasticidad, la búsqueda por satisfacer un sentido muy personal de la estética, es lo único relevante.

Como bien saben aquellos que trabajan con la fotografía digital tratada en Photoshop, la impresión final de la imagen en papel, es la última y una de las más importantes fases de todo el proceso. Debido a las especiales tonalidades que suelo dar a las fotografías, una elección acertada del soporte resulta fundamental. Así, mientras que para la serie "Tao Te King" he elegido un papel, Premium Lustre, cuyos blancos son más bien azulados, para los paisajes me incliné por un papel con base de algodón, el Hahnemühle Photo Rag Baryta 315, para evitar que las altas luces viraran irremediablemente al magenta y preservar unos grises muy delicados. Esto, si bien hace que la fotografía se encarezca, consigue que la reproducción guarde una fidelidad casi absoluta a la obra original, tal y como se visualiza en la pantalla del ordenador.