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El pasado mes de diciembre, con una parte de la historia toledana escrita en las paredes de Tolmo, cumplimos el 40 aniversario de una prolífica actividad expositiva y cultural. En nuestro caminar, buscando soluciones cargadas de imaginación, hemos tenido que lidiar faenas de toda índole, soportando las acometidas de toda clase de aceros; incluido el toledano. Sí, en el mundo de la cultura raro es el proyecto independiente que ha sobrevivido cuarenta años. Una cuarentena en la que va incluida esa maldita crisis que no sabe definir cuál es su perímetro: ¿forzado, real, virtual o simplemente imaginario? Así, ... para este evento, sólo podemos contar con la ayuda del Ayuntamiento de Toledo. La peripatética economía reinante nos ha obligado a que esta muestra no haya alcanzado todo el esplendor que merecía este acontecimiento.

No obstante, a contra corriente, conmemoramos nuestra efeméride con una entrañable muestra. A pesar de los medios fortuitos, acordes con las circunstancias, y gracias a los objetivos que abandera Tolmo, esta exposición sobresale por sus referencias plásticas y generacionales y por su alta calidad. A tal fin se ha reunido a un granado grupo de artistas que expusieron en nuestro espacio a lo largo de esos cuarenta años. Con ellos la muestra adquiere un alto relieve: es un encuentro de artistas consagrados en el ámbito internacional con otros tantos artistas que eran jóvenes prometedores cuando expusieron en Tolmo y que, hoy, ya puede decirse que gozan de un reconocido prestigio. Todos ellos nos ofrecen su luz elevándola por encima de cualquier duda.

Participan Jon Ander, Roberto Campos, Rafael Canogar, Alberto Corazón, Carlos Evangelista, Jorge García, Sergio Jiménez, Leticia Luengo, Nacho Llamas, Paco Rojas, José Luis Sánchez, Koldo Sebastián, Gustavo Torner y Toshiro Yamaguchi. En este elenco no están todos los que son, como era nuestro deseo. El espacio se ha reducido a la entrañable extensión de nuestras paredes, tampoco se editará un grueso catálogo. Las circunstancias no han dado para más. No obstante, esperamos que este evento artístico alcance las expectativas deseadas y ayude a lograr el digno reconocimiento cultural que reclama la ciudad del Tajo.