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MANUEL ROCCA VARGAS, Manny Rocca, nació en Sevilla aunque la mayor parte de su vida ha transcurrido en Estados Unidos. Allí trabajó para periódicos como Washington Post, Washington Times o revistas como People. Durante varias legislaturas se codeó con los grandes del mundo político internacional en su trabajo como fotógrafo oficial de la Casa Blanca. Cuenta con un gran número de galardones internacionales, como el accesit en el World ... Press Photo de 1990 o los dos primeros premios de la Asociación de Fotógrafos de Prensa de la Casa Blanca -1986 y 1990-, así como el Primer Premio Pictorial HWNPA (1989), uno de los más codiciados galardones del fotoperiodismo en los EE UU. A pesar de todo ello, Manny no ha perdido sus raíces y ha vuelto a su Sevilla natal tras dieciséis años en el extranjero.

"He aquí un periodista. Lo es, y no aspira a nada que no sea serlo de la manera más rigurosa posible. Un hombre que sencilla, acaso ingenuamente, aspira sólo a servir de interlocutor entre pueblos y culturas distintas, ser espejo de las diferencias entre las capas sociales, el observador que simplemente busca poner su cámara, es decir, sus observaciones, al servicio y al juicio de sus contemporáneos. Con una precisión: no hay que olvidarse del estilo, pues enriquece el lenguaje; por ello siempre he tratado de forzar mi mirada para obtener una lectura clara y precisa, sin ruidos, sin interrupciones que distraigan la imagen.

Y pocas veces el aficionado, el no profesional, percibe más identificación entre el propósito y los resultados de la obra, que en las fotos de Manny Rocca. La antología que aquí presentamos resulta la mejor confirmación.

Como buen fotoperiodista, Rocca es al mismo tiempo un excelente retratista. El ser humano está no sólo presente siempre en sus fotos, sino que frecuentemente rostros, actitudes, vestimentas o comportamientos son el eje de la imagen. Muy raramente sentirá la tentación del paisaje o la atmósfera sin personas, de los objetos sin dueño, de la ciudad desprovista de ciudadanos. Antes de la fotografía, Manny Rocca ha cultivado la música y grabado discos -catorce-. De esta etapa le va a quedar la querencia por las fotos de músicos y de cantantes, del flamenco al jazz, de la guitarra a la trompeta. Humanizados siempre, cómo no, por su cámara".

"El fotoperiodista que es esencialmente Manny Rocca carece de la épica de un Robert Capa y no le interesan unas masas que cautivan a un Alexander Rodtchenko o tantos fotógrafos rusos. Su verdad es mucho más cotidiana, sencillamente porque la profesión le lleva a los salones y le aleja de la calle. La compensación va a ser la impresionante galería que nos aporta de protagonistas de la vida norteamericana, a veces de la política internacional, sea un adulador Boris Yeltsin, sea un ceremonioso Hussein de Jordania. Porque sabe evitar la trivialidad y dibujar con precisión esa elite. Y porque le atrae todo, el deportista, el músico, la artista o el militar. Sabe ser versátil y defiende la versatilidad del fotoperiodista."

"En la línea de un David Bailey, que huye, en sus trabajos para "Vogue" en los años sesenta, toda complejidad, se sitúa Manny Rocca, de ahí esa búsqueda suya del mayor grafismo posible, de linealidad, de fotos sin truco ni doble lectura, rehuyendo siempre el mensaje sofisticado, lo que no implica menor trabajo. Al contrario, como el escritor que alcanza, mediante la continua reelaboración, la síntesis impecable, y mediante ella la máxima expresividad, la foto de Manny Rocca es una obra trabajada, burilada pacientemente."