Desde su niñez, la artista chileno-española Lorena Barros, se ha caracterizado por poseer ese tipo de sensibilidad consiente, capaz de llevar al plano creativo todo lo que el mundo le ha puesto enfrente. El arte, como acto creativo, ha formado parte esencial de su vida: “Desde niña dibujando, pintando, escribiendo, inventando y contando cuentos, no concibo la vida sin pasar por las miradas de la pintura y la escritura; Pensar, cuestionarse, elaborar, opinar, escribir y pintar, en ese orden, así veo la vida.”
La pintura abstracta es el mejor medio para expresar emociones, por lo que ha sido el vehículo que más le ha permitido expresar su mundo interior, experimentar con sus colores, volúmenes, texturas y materiales le permiten crear mundos en sí mismos. Su estilo pictórico, si se pudiera encasillar, transita entre la fusión de lo pictórico con lo escultórico, con un lenguaje que resuma libertad y vehemencia en...su realización. En su pintura es capaz de desdoblar la esencia de las cosas para encontrar el lenguaje universal y secreto que comunica a toda la naturaleza y el cosmos.
Admiradora acérrima del expresionismo alemán, especialmente del movimiento Der Blaue Reiter (El jinete azul) fundado por Kandinsky y Franz Marc en el siglo pasado, así como del lenguaje pictórica de Joan Miró y de Yayoi Kusama, busca adoptar un modo propio de captar la esencia espiritual de la realidad. Su obra aborda el placer a través de las huellas, las cicatrices y los vacíos que la vida nos da, temas que le apasionan y de los cuales se ha conformado esta exposición. Con una treintena de ejemplos asombrosos, algunos realizados expresamente para esta ocasión, seremos testigos de un ámbito donde la naturaleza del color, en armonía con el volumen, dan muestra de su mundo interior lleno de ideas, pensamientos y emociones que traduce magistralmente en color y forma.
Álvaro Gómez Gómez
Mayo 2022
Entrada actualizada el el 08 jun de 2022
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