En UNFINISHED, 2010 la cámara examina el interior de dos grandes almacenes a través de una secuencia con enfoques lentos e imágenes estáticas. Va acompañado por una grabación de la desgarradora experiencia de un hombre anónimo al ser tomado como rehén y retenido en un espacio similar. La narrativa esta fragmentada y dividida en dos video-secuencias, alternando entre las visiones de siniestros interiores y el hombre que lucha por recomponer la versión de su terrible experiencia. La brecha temporal entre los dos acontecimientos crea un nivel de incertidumbre y duda sobre la autenticidad de lo que el espectador ve y oye.