Viramundo, de Sergio Mendes, es el motor del que surgirán una serie de obras, de gran fuerza poética y plástica, de la artista Inma Doval.

Preludio de lo que vamos a encontrar, Viramundo, eje central de la exposición, guía de un viaje a la memoria, motor de cambios, de lucha. A pesar de las aparentes diferencias de sus trabajos de pintura y grabado, exultantes con un rico cromatismo y una clara disolución de la forma los primeros, prácticamente monocromos y con trazos definidos los segundos, enfatizando en ambos la luz; se pueden trazar relaciones de continuidad entre ellos, en virtud de lo que comparten de poético. Poesía convertida en caleidoscopio de significados. Una poesía muy presente en toda su obra. Recordando a ... Heiddeger la poesía es la base común de todos los hombres, es la comunicación interna con un lenguaje único, un mundo interior irreal y propio.

Universo femenino, pletórico de vitalidad y pasión, plagado de pájaros, rostros, manos, figuras femeninas entre las que se intuye el autorretrato. Esta feminidad implícita en todas las obras, la música contenida en los colores, como elementos en los que cobran fuerza los gestos, que nos invitan a imaginar, a especular, a construir relatos en ese diálogo silencioso entre la autora y el espectador.

El uso reiterado del color rojo: rojo-fuego/ rojo-transformación. El rojo ligado al principio de la vida, metáfora de los cambios por los que deben pasar los seres humanos para alcanzar la sabiduría. Sueños dentro de otro sueño, un viaje dentro de otro viaje, una vida dentro de otra vida, un poema dentro de un cuadro, una poesía transformada en pintura, pintura que es poesía.