Es una obra alrededor del estilo cubista, un homenaje a los músicos y una loa a la convivencia entre razas. Esta obra sirvió para homenajear a María Blanchard con motivo de uno de sus aniversarios en exposición celebrada en la Casa de Cantabria en Madrid en 2007 y organizada por la Asociación Española de Pintores y Escultores. Figuró imagen del cuadro en el catálogo editado con motivo de mi exposición individual en la Galería Eka&Moor, agosto 2016.