Artista

Florencia Breccia

1984 en Mendoza, Argentina

Datos generales
Algoritmo AI

Residencia:

Reside en Argentina

Premios ganados:

Premio Adquisición de Artes Visuales 8M: despatriarcalizar el Patrimonio
Salón Regional Vendimia 2021

Organizaciones con obra:

Palais de Glace - Palacio Nacional de las Artes

Enlaces oficiales:

Web

Descripción del Artista

Mendoza/1984. Egresó profesora en Artes Visuales de la Facultad de Arte de Universidad de Cuyo. Del 2007 al 2013 participó de La Araña Galponera, un colectivo de arte y política que producía intervenciones urbanas, muestras, encuentros, clínicas, ferias y ediciones En el 2014 publicó " Estructural", un libro de dibujos con la Editorial Borde Pedido (Córdoba) Del 2015 al 2017 codirigió “Montaña/espacio para el arte contemporáneo”, un centro de formación, difusión y reflexión de prácticas artísticas. Realizó clínicas y talleres con Marcela Furlani, Max Gomez Canle, Claudia del Rio, Lucas Di Pascuale, Roberto Echen, entre otros. Participó en muestras colectivas e individuales en Mendoza, Córdoba, Buenos Aires. Se destacan: “Un libro de postales de la Araña Galponera”. Museo de Arte Moderno (2008); “Cooperativa Gráfica” FNA, Bs. As. (2013); “Hijas de la Felicidad” Autopoiesis (2013); “La mesa está servida”, Centro Cultural Le Parc (2014); “Como/cómo”, Casa Colmena (2016); "La Forma Próxima" Casa de la Gloriosa Nini (2017) Junto ... a Ines Breccia coordina el proyecto de educación de artística para niñosTaller de arte Los Gurises Trabaja como tallerista en el Centro de Salud Mental Infanto Juvenil n6 Statement Hace rato estoy volviendo, drenando, caminando marcha atrás y mirando al futuro, un futuro que se alza a mis espaldas, un futuro plagado de muertxs y sediento de otras alianzas. Volviendo a un lugar en el que el arte es sobre todo una manera de intensificar e ir hacia la vida, hacia lxs otrxs y hacia lo Otro que hay en mí. Apostando a no comprenderlo todo, a dejarme andar así, intensificando ese gesto, en el que las prácticas artísticas son los modos que encuentro de estar presente en el tiempo que me toca, un tiempo complejo, ondulante, tibio y violento como un río. Un tiempo que se me impone y que, para rasgarlo, o abrirlo apenas, necesito ejercitarme en la apertura de lo sensible. Tareas que ralentizan y me vuelven a la contemplación, como dibujar las palabras de los poemas que más me gusta, palabra por palabra, sonido por sonido, invocando con tinta china a la poesía, a lxs poetas, armando un recital de dibujos de voces amigas. Tareas que implosionan el tiempo, como la presencia en la calle en momentos de revueltas, la posibilidad de dejarse infectar por esos movimientos sísmicos, y de ser posible producir materialidades en las que puedan vibrar el movimientos de los cuepos, registrando sus desplazamientos, sus modos de ocupar el espacio, de producir imágenes-performances colectivas que boicotean el régimen de la normalidad. Tareas que se detienen en un adentro expansivo plagado de voces, como las lecturas colectivas, lecturas analfabetas, donde leer con otrxs se vuelve una práctica estética y no de la acumulación del saber. Tareas anónimas, sin registro. Tareas que buscan profanar la tarea y el tiempo del trabajo. Ejercitando un cuerpo periférico común, unas preguntas que hagan eco, una voz singular y extranjera. Tareas, ejercicios de batalla, de espiritualidad, de presencia, de conceptualización, de desborde y mutación. Mendoza, enero 2020 Entiendo mi trabajo como un proceso con continuidades, cortes y repeticiones, en el que se cruza, al modo de deriva y pregunta, lo íntimo con lo político. Me interesa la búsqueda de un lenguaje frontal y contundente, pero no alejado de la ambigüedad del significante. Las imágenes que me encuentran, me enfrentan a un paisaje que temo y a su vez me magnetiza. Ficciones que se repiten, se diluyen y se vuelven a configurar con otra materialidad. Lo que grita, huye, desea, se busca, choca y lastima. Fragmentos de cuerpos, órganos, objetos. Partes que no encajan, que se exilian de un todo o, por el contrario, se acumulan de manera repetitiva. Lo imposible y lo inevitable. Lo que no se digiere y se vomita, los restos que quedan. Mendoza, 2017