Descripción del Artista
Licenciado en Bellas Artes por la Real Escuela de San Fernando de Madrid (Facultad de B.B.A.A), ejerce su profesión exponiendo en diversas galerías del territorio nacional.
En pintura, hasta finales de la década de los 50, óleos figurativos, paisajes y retratos de gran calidad y corte clásico, que va evolucionando hacia una visión moderna de los mismos.
Simultáneamente, forma parte del Movimiento Arte Sacro, que revolucionó el arte religioso religioso en España, formando con otros artistas, un taller de arte que aborda otras áreas artísticas además de la pintura.
Hacia el final de los años 60, su pintura investiga el arte abstracto y es invitado a varias exposiciones en el extranjero.
Las consecuencias de este contacto con el mercado internacional del Arte, provocan una crisis en Mateo Tito, que le hace abandonar la pintura durante unos años, decepcionado por el planteamiento excesivamente mercantilista de ese mundo.
En este paréntesis, funda en Madrid un taller de Artes Aplicadas dedicado al diseño y realización de vidrieras, murales, cerámicas, mosaicos, etc.,para obras religiosas, oficiales o civiles, volviendo a la pintura paulatinamente.
Compagina su pintura con la incorporación a la docencia en 1978. Mas adelante, a la mitad de los 80, vuelve al arte figurativo bajo una depurada técnica de pastel: personas y ambientes; fachadas; paisajes..., hasta cerca de su fallecimiento al comenzar 2008.
Pesentación
Tras haber investigado en la abstracción, el expresionismo abstracto, el constructivismo o el figurativismo postmoderno, Mateo Tito vuelve en su última etapa al figurativismo realista. No confundamos: a un realismo mágico o poético que poco o muy poco tiene que ver con el gélido hiperrealismo americano.
Le interesa a M. Tito, según sus propias palabras : "...sobre todo el trasfondo poético de un tema, de una luz, de una expresión a través de una técnica casi fotográfica, instantánea, que intenta captar la impresión de fugacidad de los tiempos perdidos... y por ello, por perdidos, quizá más felices que los actuales. Se trata en fin, de jugar con la evocación, de no utilizar la mirada con la limpieza del objetivo fotográfico, sino matizada por el velo enmarañado y enmarañador del recuerdo."
Esta visión de los "tiempos perdidos", no solo se refiere a escenas de personas, sino también a paisajes naturales y fachadas de casas, que rememoran sensaciones que a lo largo del tiempo, quedaron en la memoria del artista.
Formación. 30 oct de 2025 - 11 jun de 2026 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España