«Me inspira crear esculturas abstractas que forman una delicada intimidad entre la pieza y el espectador, donde cada pieza transmite un vacío inmaterial, que completa cada escultura. Quiero que mi trabajo se sienta como una expresión física caligráfica, con un mensaje de pureza y esteticismo iluminado a través de una mínima presencia objetiva. Esta interacción está destinada a crear un espacio de reflexión personal y tranquilidad que finalmente conduzca a una nueva conciencia del ser y del mundo natural. Este equilibrio entre lo visible y lo invisible es fundamental en mi trabajo, ya que las dualidades y los ritmos del mundo natural inspiran mi práctica. Al igual que Brancusi, mi trabajo utiliza líneas esenciales y orgánicas que juegan sutilmente con la textura, el color y los reflejos siempre cambiantes causados por la luz.»