Con motivo de los diez años desde la primera exposición de la Colección Bassat en la Nau Gaudí de Mataró, hemos querido charlar con el reconocido coleccionista y publicista catalán Lluís Bassat, quien junto a su mujer, Carmen, impulsan la Fundación privada Carmen & Luis Bassat - Colección Bassat de Arte Contemporáneo. 

Este matrimonio de coleccionistas y mecenas ha reunido a lo largo de casi medio siglo más de 3.000 obras de arte originales, con una destacada presencia del mejor arte catalán contemporáneo, buena parte de las cuales, gracias al acuerdo firmado en 2010 con el Ayuntamiento de Mataró, han podido ser exhibidas en público en la Nau Gaudí, un espacio de 600 m2 que tiene el especial encanto de ser el primer edificio construido por el genial Antoni Gaudí. 

De la charla, profundamente inspiradora, hemos entresacado varios extractos que nos adentran en el perfil de este interesante coleccionista.

El balance de la colaboración pública-privada entre su fundación y el Ayuntamiento de Mataró "no puede ser más positiva y no imaginaba que pudiese ir tan bien", en palabras de Lluís Bassat.

Y destaca, sobre todo, "la repercusión que ha tenido". Y es que ha logrado llevar la colección a los Estados Unidos y a países europeos como Bulgaria, hasta en dos ocasiones. 

En total, han sido 42 exposiciones, 20 en la Nau Gaudí y 22 fuera. Sin embargo, reconoce que están aún empezando y que les quedan muchas cosas por hacer. 

Por lo pronto, el próximo mes de enero se inaugura en la Nau Gaudí la segunda exposición con fondos de los años 90, que viene precedida por "Colección Bassat 1990-1999 (I)", donde se aborda su tercera década de la actividad como coleccionista, y que, como nos relata, son de las exposiones más personales de todas las organizadas hasta la fecha, dado que la mayoría de las obras han estado presentes en su casa.

En cuanto a qué le mueve a mostrar sus fondos en público y si animaría a más coleccionistas a hacerlo, lo despeja así: "la función de una obra de arte es que cuanto más gente la vea, mejor. Por eso intento que la colección esté en cuantos más sitios mejor. Animo a otros coleccionistas a que lo hagan".

Por lo que respecta, al futuro de su colección, reconoce que no tendría ningún problema en ceder su colección mañana mismo a un museo, eso sí, con el compromiso implícito de que fuera expuesta. De hecho, ya lo ha pactado con sus hijos. Pero, por encima de todo, desea y espera que su colección le sobreviva tanto a él como a su mujer.

Sigue siendo un coleccionista activo, aunque reconoce que su ritmo ha bajado, pero que sigue comprando. Recientemente ha adquirido una obra de los años 70 de Josep Guinovart (Barcelona, 1927 - 2007), de la cual nos comenta, de manera ilusionada, que hace pareja con otra que ya tenía. 

Sin embargo, piensa que ya no es el momento de comprar grandes piezas para su colección, por lo que, ahora, lo que compra son artistas jóvenes y no tan jóvenes, pero no conocidos.

Preguntado por el rol del coleccionista en estos tiempos convulsos, no duda en afirmar que "los coleccionistas tenemos la responsablidad y obligación de seguir comprando algo. De hacer que la rueda de la economía de los artistas y las galerías no se pare completamente". 

Para terminar, nos hace una última pero muy sincera confesión. "No le suele gustar el videoarte". De hecho, no tiene ni una sola pieza de videoarte en su colección. ¿Quieres saber el por qué? A continuación lo puedes descubrir y ver toda la entrevista completa, que desvela buena parte de su apasionante trayectoria como coleccionista, a la largo de casi medio siglo.