El sorprendente anuncio realizado por el vicepresidente catalán, Josep Lluis Carod-Rovira, al cierre de la feria de Frankfurt en el sentido de que Cataluña habría sido invitada a participar con pabellón propio -como país invitado- en la próxima edición de la Bienal de Venecia en 2009, dando un paso por delante de los casos de Escocia y Gales -que no acuden como país invitado sino en la categoría de "evento colateral"-, quedó en agua de borrajas sólo unas horas después.

El primer desmentido procedió del presidente de la Fundación de la Bienal de Venecia, Davide Croff, quien declaró, vía comunicado, que junto a su director artístico, "valorarán en el tiempo y en la forma adecuada, cuando llegue, la propuesta formal de la Comunidad Autónoma de Cataluña", añadiendo que la exposición de arte tiene "un preciso reglamento en relación con la participación de los Estados, entes y organizaciones". También, el alcalde de Venecia, Massimo Cacciari, se vió obligado a matizar su supuesta invitación formal, confirmando por su lado su apoyo a que Catalunya tenga un espacio en la Bienal, tanto en la de arte del 2009 como en la de arquitectura del 2010, pero aclarando que la decisión final no es de su directa competencia.

El precipitado anunció provocó también la dimisión, no aceptada por Carod, del director del Institut Ramon Llull (IRL), Josep Bargalló, que tuvo que reconocer que aún no se había presentado a la Bienal de Venecia la petición de que Cataluña disponga de un pabellón propio en su programa oficial, aunque sí cuenta con el "entusiasta" apoyo del ayuntamiento de la ciudad italiana para conseguirlo. Bargalló habria sido acusado, según las muchas páginas publicadas por la prensa catalana en esta semana sobre el asunto, de no haber ofrecido la información correcta, lo que pudo inducir a Carod a anunciar precipitada y erróneamente la presencia catalana en el certamen italiano.

Y como tema político, sacado además por los políticos, concitó de inmediato la crítica de los responsables del PP que exigieron al gobierno de la nación que pusiera orden en el tema, o de CiU, que aprovecharon para acusar a Carod de haber hecho el ridículo y añadir que, tras el anuncio realizado, "cualquier participación de menor rango de Catalunya la entenderíamos como un nuevo fracaso del gobierno en materia de promoción" de la cultura catalana. Por último, también los artistas visuales catalanes, integrados en la Associació d''Artistes Visuals de Cataluña (AAVC) -que fue consultada por el IRL sobre el tema- rechazaron el "uso partidista" y la "instrumentalización política" ante el anuncio de la participación catalana en la Bienal de Venecia de 2009 y pidió a la clase política "rigor y conocimiento" a la hora de este tipo de pronunciamientos, añadiendo que la invitación anunciada por el vicepresidente del Govern, Carod-Rovira, es "una invención" ya que la organización de la Bienal escoge la dirección artística de la muestra y cada país con representación estable nombra a su respectivo comisario. Para evitar situaciones como ésta, el comunicado de la AAVC pide la transferencia de las competencias de proyección internacional del arte y la cultura catalana al futuro Consell de les Arts.