Las subastas de primavera en Nueva York han vuelto a poner de manifiesto la existencia de un mercado muy sólido en el que se mantienen las rentabilidades de dos dígitos anuales. Han sido quince días de euforia en los que Sotheby''s logró la facturación más alta de sus 264 años de historia y sólo quedaron sin vender diez lotes de los 83 que se ofrecían. Los resultados de Christie´s aún fueron más espectaculares en dicho aspecto porque sólo tres de las piezas ofertadas quedaron sin comprador.

"¡Miren los precios en euros!", aconsejaba el director de una de las sesiones a docenas de coleccionistas europeos que abarrotaban la sala. A pesar de ello, eran inversores norteamericanos y millonarios árabes quienes terminaron por hacerse con los lotes más valiosos. Últimamente, el mercado se calienta en euros aunque se acaba facturando en los devaluados dólares de siempre...

Para que un cuadro de 50 millones cambie de manos no haría falta organizar una ceremonia tan ruidosa. Sería suficiente una comida en el reservado de cualquier restaurante de lujo. Alguien inventó las subastas para que gente atraída por precios asequibles hicieran subir la espiral de adrenalina hasta que la valoración llegue incluso más allá de lo razonable. Al final suena un aplauso con fuerza proporcional a lo descabellado de la puja, algo absolutamente impensable en un restaurante.

Christie''s y Sotheby''s, las dos compañías que controlan el grueso del mercado mundial, saben muy bien lo que hacen y estos días han mostrado sus cartas con gran claridad: empezaron por frenar en seco la peligrosa tendencia a inflar las tasaciones de las obras y, como reconocía el martes pasado Brett Gorvy, presidente adjunto de Christie''s, se están preparando los catálogos "de forma muy cuidadosa, reduciendo el número de lotes a la venta y concentrándonos mucho en la calidad de las obras".

Esa línea de prudencia es la causa de que el propietario de ‘Las Tres Velas'' tuviera que liquidar el vistoso lienzo de Sorolla a principios de mayo por la misma cantidad que él pagó hace cuatro años, pero también ha hecho posible que Sotheby''s obtuviera 18 records mundiales en poco más de dos horas con obras de Francis Bacon, Georg Baselitz o Joseph Beuys.

¿Y a este lado del Atlántico? ¿Qué está pasando? Sabemos que Segre tratará de colocar en el mercado el 20 de mayo un Romero de Torres por 100.000 euros de salida. También habrá un Feito de 40.000 euros y tres obras de Antoni Clavé con las que se pretenden facturar alrededor de 100.000 euros. Ansorena subasta también este lunes un Sorolla de 1,35 M. de euros, un Luís Meléndez de 200.000 y un lienzo de David Teniers el Joven de 150.000 euros.

El caso es que lo sucedido en otras salas madrileñas a principios de mayo no invita al optimismo. Subastas Alcalá sacaba a la venta el día 7 una ‘Sagrada Familia con San Juanito'' de Miguel Jacinto Meléndez que no encontró comprador en 130.000 euros y ‘La Magdalena'' de Juan Carreño Miranda hubo de retirarse también tras fracasar en los 78.000 euros, igual que el ‘San Francisco'' de Francisco de Herrera el Viejo (40.000 euros). En Fernando Durán corrieron idéntica suerte el ‘Retrato de Doña Isaura Zaldo Arana", de Joaquín Sorolla, (132.00 euros), una ‘Pintura'' de Luís Feito fechada en 1958 (39.000 euros) y la ‘La familia de Carlos IV'' del Equipo Crónica (50.000 euros).

No dejan de sorprender unas estimaciones tan sobredimensionadas precisamente ahora que todos los agentes del mercado van con pies de plomo y para nadie es un secreto que no hace ni dos años que Subastas Retiro valoraba las alegres figurillas del Equipo Crónica en 20.000 euros menos y el mismo Feito que ahora no consiguen vender en 39.000 ya había fracasado en 2005 y 2007. La primera vez, Segre no pudo colocarlo por 29.500 euros. La segunda vez fue Durán, que incluso se atrevió a elevar el precio de salida hasta los 45.000 euros. En medio de tanto trasiego, la pieza llegó a cambiar de título hasta en dos ocasiones, aunque eso tampoco sirvió de nada.

Ejemplos como éstos pueden encontrarse a docenas en casi todas las subastas celebradas en Madrid a lo largo de los últimos meses, por lo que quizá convenga preguntarse si una de las diez plazas más importantes del mundo por volumen de facturación está afrontando el tsunami de la crisis hipotecaria con la prudencia y claridad de ideas que lo han hecho las grandes casas con sede en Londres y Nueva York.