Dentro del proyecto informativo colaborativo de reflexión sobre el futuro del arte y nuestra sociedad (#pensandoelfuturo / #pensandonofuturo), nacido en plena lucha contra la crisis del coronavirus, presentamos esta nueva entrevista con Gerardo Mosquera, crítico de arte independiente, curador, historiador y escritor, y que, como el resto publicadas y/o por publicar, ARTEINFORMADO ofrece en abierto para que sigamos "todxs en casa pero todxs bien informadxs": 

ARTEINFORMADO (AI): En estos momentos de incertidumbre, ¿qué mensaje de ánimo y de confianza le gustaría trasladar a todos los operadores y actores del mundo del arte?

Gerardo Mosquera (GM): La humanidad ha pasado por cosas peores que esta terrible pandemia. Nos sobrepondremos y –quiero ser optimista– algo cambiaremos para bien cuando todo esto concluya. 

El arte posee varias funciones, y una muy importante es permitirnos conocer de un modo único, pasado por la subjetividad, diferente al de la ciencia. Esta facultad cognoscitiva se basa mucho en su capacidad de inteligencia emocional. El arte será un medio enormemente valioso para ayudarnos a comprender y enfrentar la tragedia que hoy vivimos, nos ayudará a superarla, y a tratar de construir algo nuevo después.

AI: ¿Cómo cree que va a cambiar el sistema del arte, en general, y el trabajo de curaduría, en particular, a partir de ahora, en lo referente a conceptualización de proyectos, relaciones con otros profesionales y/o organizaciones y estrategia de comunicación? ¿Toca reinventarse?

GM: Creo que una enseñanza del confinamiento ha sido potenciar las posibilidades de la comunicación a distancia y en tiempo real. Ya usábamos los medios telemáticos, pero ahora se ha demostrado que podemos valernos mucho más de ellos, con efectividad. Visitas de estudio, a exposiciones, a colecciones, conferencias, intercambios, subastas, ventas y otras acciones en línea nos han demostrado que podemos ahorrar mucho tiempo y recursos sin tener que desplazarnos necesariamente, lo que tendría también repercusiones positivas contra el desastre ecológico que hemos creado en el planeta. Lo anterior no quiere decir, por supuesto, que vaya a desaparecer el contacto directo con la obra de arte y con las personas y lugares, imprescindible en muchos casos.

AI: ¿Piensa ahora que debería acometer una nueva fase online para visibilizar y difundir más y mejor tus proyectos? Si, es así, ¿qué medidas baraja implementar de cara al futuro en su nueva estrategia digital y que no venía ejecutando?

GM: Siempre me he apoyado mucho en los medios digitales para mis investigaciones, comunicaciones e intercambios. Se ha exagerado la importancia del cara a cara, y esta debe ser una de las lecciones que prevalecerá. En el New Museum me comunicaba por email con la persona que tenía sentada a mi lado en la oficina. 

Desde hace tiempo he incluido manifestaciones en línea en mis exposiciones. Por ejemplo, en 2011, cuando era comisario general de PHotoEspaña, organicé un concurso de retratos hechos con webcam como parte de la programación. Con las mejores contribuciones comisarié una muestra en línea. Igualmente, como director artístico de la IV Trienal Poli/Gráfica de San Juan 2015, pedí a la comisaria Diana Cuéllar Ledesma organizar una exposición de memes. Esta sólo se presentó en línea y mediante un método abierto, que permitía a la gente contribuir a todo lo largo de la duración del evento. 

Creo que la reclusión ha lanzado una nueva fase en línea que ha llegado para quedarse, aunque, naturalmente, se transformará cuando esta pesadilla haya concluido. Acabo de participar en un jurado internacional a distancia, junto con colegas en otros dos países. Me convocan a charlas, visitas y a otras actividades en línea. Más que implementar nuevas medidas, son las medidas de otros las que me llevan y llevarán a actuar más en la red.